La campaña electoral griega toca a su fin

La campaña electoral griega, que según el primer ministro, Constantino Karamanlis, «garantizará la supervivencia de las instituciones democráticas», está a punto de finalizar.Pancartas, eslóganes políticos, fotografías de los candidatos y octavillas cubren las vallas y paredes de ciudades y pueblos. Hay mítines políticos a todas horas y en todo el país.

Dado que el número de candidatos sobrepasa la cifra de 2.000, pertenecientes a diez partidos, sin contar a los independientes, y a que hay 6.200.000 votantes, los resultados son difíciles de predecir.

Karamanlis convocó las elecciones un año antes de lo previsto, ya que Grecia debe de tomar decisiones cruciales sobre política exterior en 1978. «Mi Gobierno podrá solucionar el problema de Chipre, las discrepancias con los turcos y la entrada en el Mercado Común, si tenemos una nueva Administración.»

El primer ministro espera conseguir una amplia victoria, aunque con su iniciativa de adelantar los comicios arriesga la mayoría avasalladora que ahora tiene en el Parlamento, donde su partido, Nueva Democracia, controla 215 de los trescientos escaños.

En las elecciones de 1974, Karamanlis obtuvo el 54,5% de los votos, frente a su rival más poderoso, la Unión Democrática del Centro, dirigida por George Mavros, que sólo alcanzó el 21%. El Partido Socialista logró el 14%, dejando menos del 10% para los comunistas.

Después de pasar once años en exilio voluntario en París, Karamanlis fue recibido en Grecia, en julio de 1974, como un héroe.

Mavros, ex ministro de Asuntos Exteriores, es partidario de una participación griega en la OTAN más limitada, mientras que Karamanlis se compromete a la adhesión total si se consigue un acuerdo justo sobre Chipre. La entrada de Grecia en el Mercado Común, dice el primer ministro, «nos creará algunas dificultades al principio, pero elevará los ingresos de los agricultores».

Andreas Papandreu, líder del Movimiento Socialista Panhelénico, es partidario, por el contrario, de la retirada total de la OTAN; se opone a la entrada de Grecia en el Mercado Común y cree que el problema con Chipre debe solucionarse con la ayuda de la Unión Soviética.