Tres jóvenes roban veinticuatro armas de fuego en una armería
Durante la madrugada del jueves tres jóvenes, hasta el momento no identificados, sustrajeron veinticuatro armas, entre escopetas y carabinas, de la armería Matacán, situada en la calle Hermanos de Pablo, 10.
El robo de armas se realizó con plena impunidad después de que los ladrones amordazaran a Mariano Gil Gil, guarda de un garaje colindante con el establecimiento robado.Una vez maniatado el guarda, los jóvenes, que debían de conocer la armería, quitaron una verja, instalada en la ventana del cuarto de baño del comercio que da al citado garage y penetraron en el interior para salir a los pocos minutos con dieciocho escopetas de caza. de calibre 12, 16 y 20, seis carabinas de aire comprimido, 4.000 cartuchos del calibre doce, así como balas del calibre veintidós: treinta machetes y unos cuantos pares de botas de fútbol.
Inutilizadas
Según informó el propietario de la armería a EL PAIS, las escopetas, como es normal en este tipo de establecimientos, estaban inutilizadas, es decir, estaban expuestas a falta de una pieza, motivo por el que no pueden cargarse.En idénticas condiciones estarían además las escopetas de calibre 16 y 20, ya que entre los cartuchos sustraídos no había ninguno idóneo para las citadas armas.
Posteriormente, y para darse a la fuga, los tres jóvenes, según declaró el guarda, se apoderaron de un Seat 1430 aparcado en el garage en el que, tras abrirlo, fueron depositando las armas que extraían a través de la ventana.
Esta es la tercera vez que la armería Matacán es robada en el plazo de unos dos años, aunque en las dos ocasiones anteriores ánicamente fueron sustraídas una y dos escopetas, respectivamente.
El propietario informó, asimismo, que para evitar un robo como el que ahora se ha producido, el local tenía instalada una alarma en puerta y escaparates que, gracias al conocimiento del terreno en que los ladrones actuaron, no pudo entrar en funcionamiento.
A pesar de este conocimiento, la realización del robo, sin una detenida elección de las armas, y, al parecer, con ignorancia de sus características, hace creer en medios policiales que se trate de una vulgar sustracción sin motivos políticos concretos.
Aunque el valor exacto no ha podido ser calculado, según un primer balance, las armas robadas superan las 800.000 pesetas.
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