El programa del Fondo Monetario, única alternativa para Portugal

Un acuerdo entre el Gobierno portugués y el Fondo Monetario Internacional podría alcanzarse antes de final del año. Una primera fase de las negociaciones, iniciadas a finales de septiembre, ha permitido llegar a un acuerdo de principio sobre el déficit de la balanza de pagos para 1978, el presupuesto y las cuentas generales del Estado para el mismo año, según declaró el ministro del Plan, Sousa Gomes.

El primer ministro, Mario Soares, celebró la pasada semana, una serie de encuentros con todos los partidos políticos, sindicatos y asociaciones patronales con objeto de informar al país del resultado de las negociaciones en curso con el FMI, y convencer a los partidos no gubernamentales de la necesidad de aprobar el Presupuesto general del Estado para 1978. El proyecto, elaborado por el Gobierno, prevé reducciones drásticas en los gastos públicos, conforme fue recomendado por el FMI, y de su aprobación dependerá el curso posterior de la negociación.A su vez, los principales países suscriptores del préstamo de 750 millones de dólares a Portugal, ya concedido y aprobado, esperan la conclusión del acuerdo con el FMI para entregar sus contribuciones.

En declaraciones a EL PAIS, el ministro Sousa Gomes señaló que «si la oposición no aprueba el Presupuesto no habrá acuerdo con el FMI, y los créditos exteriores concedidos serán suspendidos y anulados. Creo que en ese momento se darán las condiciones para que llegue un coronel, que aconsejará a los señores Freitas do Amaral y Sa Carneiro volver a sus negocios privados, porque él pretenda gobernar sin ayuda de ningún partido político. La oposición tiene que decidirse».

Sobre la situación portuguesa y la negociación con el FMI el ministro Sousa Gomes dijo: «Hemos declarado, desde el principio, que no estábamos de acuerdo con la terapéutica que nos propone el Fondo. Se trata de una institución profundamente ligada al capitalismo.

Sus opciones están en una línea, las nuestras en otra. Nos oponemos con razones técnicas que pueden ser discutidas. Luchamos para defender nuestros puntos de vista, pero tampoco decimos de antemano que nos negamos a aplicar las medidas indicadas. No podemos engañar a la opinión pública. Debemos tener el valor de reconocer que, frente a la situación presente, no tenemos otra alternativa que llegar a un acuerdo con el FMI. Desgraciadamente el Fondo tiene hoy un papel decisivo.»

«El ritmo de crecimiento previsto por el Gobierno a medio plazo, 6 % por año, es considerado como excesivamente ambicioso por el FMI. A la vista de la situación de nuestra balanza de pagos, esta organización, cuya ortodoxia capitalista no merece reparos, va a imponernos restricciones mucho más rigurosas. Probablemente un crecimiento reducido al 3 % anual. No quiero decir que sea un adepto de las terapéuticas del FMI, pero como ya dije, no tenemos elección. Siendo así, considero que lo mejor es tomarse el purgante cuanto antes, para poder después aplicar medidas más saludables.»

Sobre el hecho de que la oposición reproche al Gobierno que no ha sabido imponer las medidas necesarias de austeridad el ministro Sousa Gomes dijo: «Tomamos medidas en febrero. Hemos ido más lejos en agosto. Los que nos acusan de no haber sido capaces de controlar la inflación no saben leer las estadísticas. Después de la devaluación de febrero, y como consecuencia de ella hemos tenido una inflación brutal, de más de 30% en los seis primeros meses del año.» «Actualmente, el aumento está controlado. Con la fijación de ciertos precios, como los de frutas y verduras, algunos productos han registrado bajas. Esperamos terminar el año con una inflación ligeramente inferior al 30%. Debo decir que todo esto. ha sido posible gracias a la actitud de los sindicatos, que han aceptado para 1977 que los salarios no aumenten más del 1,5 %. La limitación de los aumentos salariales ha sido respetada a rajatabla, y los sindicatos han aceptado una disminución del poder de compra, de los salarios reales. El Gobierno reconoce esta actitud y se mantiene fiel a su intención de recompensa este esfuerzo tan pronto como el aumento de la productividad lo permita. Así, esperamos, para 1978, poder autorizar aumentos del 20% en vez del 15 %. Como pensamos, para el mismo período, tener una inflación no superior al 19 %, no habrá progresión de los salarios reales en 1978.

España recurrirá al FMI

Acerca de la similitud de la situación española y la portuguesa y de la posible necesidad para España de recurrir al Fondo Monetario para apoyar su política o reforzar su crédito exterior el ministro portugués declaró a EL PAIS: «España está en la misma situación que Portugal. Las negociaciones con el Fondo van a empezar antes de Navidad y pienso que podrán concluir antes de final del año. La única diferencia reside en el hecho de que el Gobierno español, con el acuerdo que acaba de firmar, en la Moncloa, con todas las fuerzas de la oposición, ha tenido el valor de adoptar de antemano el programa que el FMI hizo saber que quería ver aplicado para España. Esto va a facilitar mucho las discusiones. Es un programa en muchos aspectos más severo que el que esperamos sea aceptado en Portugal. El apoyo que el FMI va a conceder a España tal vez sea pequeño, pero es la condición para poder negociar otros créditos bancarios. Es una situación muy dura, pero, contra la cual no podemos hacer nada. Tanto para España como para Portugal, no existe alternativa.Todo va depender después de la capacidad de cada país en movilizar las fuerzas políticas y sociales para un esfuerzo nacional. La lucha contra el déficit de la balanza de pago, contra la inflación y el paro son, de momento, prioridades absolutas., Sin acuerdo político y social, será muy difícil superar la crisis económica sin poner en peligro la experiencia democrática.»