Contra el despido libre
No acabo de comprender cómo se continúa insistiendo en el despido libre como solución a los problemas de las empresas.Las empresas españolas han tenido durante muchos años ciertas imposiciones de tipo laboral como contrapartida al proteccionismo que las ha anquilosado, que les ha permitido toda clase de desmanes en el campo de la conipetencia,,que les ha facilitado el acceso a créditos muchas veces discriminatorios y no justificados en su correcta utilización. que les hit conducid6 a desórdenes-económicos organizados para disimular beneficios y abusos administrativosy también a acuerdos sindicales, comerciales y familiares que, en contradiccíón con la publicidad oficlai, han ocultado errores cometidos en la administración de las empresas, que, por ejemplo, han acumulado slocks por políticas de precios antisociales,,por errores de cálculo o por deseos de compras con resultados sustanciosos sólo para determinadas personas relacionadas con «los empresarios», que «hijos de papá» o sus amigos han demostrado su falta de vocación empresarial y de la formación competitiva necesaria para enfrentarse con los problemas de cada día y resolverlos inteligentemente con la creatividad honradez y técnica empresarial que poseen nuestros competidores extranjeros.
Es posible que sobren malos trabajadores, pero también sobran muchos empresarios y directivos que han llevado nuestras empresas a la ruina por su incompetencia e irresponsabilidad y que ahora no se acuerdan de los excelentes beneficios indirectos que han obtenido desde sus erri presas sin revertirlos en las mismas-, estas empresas se han encontrado, cada día, más impotentes en dar los frutos apetecidos por la insaclable rapiña de algunos que han llevado nuestra economía a.la triste situación en que se encuentra y que quieren resolver «su problema» con el primitivo procedimiento de¡ libre.despido, que agravaría rnás la situación por las consecuencias que un paro masivo produciría en una sociedad tan débil económica y socialmente.
Entiendo que a los responsables de empresas mal administradas se les debe negar todo apoyo que solicitan en aras de un bienestar económico por-el que nunca hanluchado; en cambio habría que in,vestígarles los beneficios reales que han obtenido, y. si también han practicado ese «terrorismo económico» de la evasión de capiitales que de forma directa o indirecta tanto se ha prodigado últimamente, el apoyo sí debería darse á la «empresa » y en estos casos bajo la responsabilidad exclusiva de los trabajadores que merezcan esa confianza ante la sociedad, y en esta categoría de trabajadores siempre se debe incluir al auténtico managenieni.
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