Las ocupaciones de viviendas, posible maniobra electoral
Mientras continúan las ocupaciones de pisos de la Obra Sindical del Hogar por parte de quienes se encuentran en estos momentos sin una vivienda digna, las diferencias entre la Asamblea de Ocupantes -creada para coordinar el movimiento de ocupación- y la Asociación de Vecinos de San Blas -barrio en el que se ha dado el mayor número de ocupaciones por la fuerza de los pisos vacíos-, integrada en su mayoría por el Partido Comunista, aparece como mar de fondo de todo el problema. Según fuentes vecinales e incluso oficiales, todo el tema de la ocupación de viviendas podría estar basado en una maniobra política de cara a las futuras elecciones municipales.
Durante los dos últimos meses se han producido en el barrio de San Blas alrededor de doscientas ocupaciones de pisos. La operación, consistente en dar la patada a la puerta, ha estado dirigida por una autodenominada Asamblea de Ocupantes, encargada de encauzar todo el movimiento. Durante este tiempo, cada atardecer, se efectuaban tres o cuatro ocupaciones de viviendas que la Asamblea consideraba que eran asaltables. El papel de la asociación de vecinos ha sido tratar de buscar una solución ante los organismos oficiales para que las ocupaciones no se redujeran a tener un simple carácter demostrativo y pasaran a ser algo definitivo. Para ello continúan estos días tratando de negociar con el Ministerio de Urbanisinú la creación de una comisión mixta entre funcionarios del Ministerio y vecinos del barrio, capaz de encauzar un problema que ha derivado de la irregular adjudicación de pisos por parte de la Obra Sindical del Hogar.Las diferencias entre la Asamblea de Ocupantes y la asociación vecinal presentan como mar de fondo de todo el problema, según fuentes vecinales e incluso oficiales, una maniobra electoral de cara a las próximas municipales, que consistiría en enfrentar a la asociacion, cuya junta directiva presenta un claro predominio de militantes del Partido Comunista, con todo el vecindario del barrio; enfrentamiento que beneficiaría a algunos de los grupos políticos que apoyan a la Asamblea.
Las ocupaciones de San Blas han estado canalizadas por la Asamblea de Ocupantes entidad que se autodenomina independiente y en la que, además de estar integradas todas aquellas familias que carecían de vivienda y aspiran a conseguir un piso en esta zona de Madrid, ha contado con la colaboración no oficial y apoyo de diferentes grupos políticos y sindicales. Entre los grupos que más apoyo han prestado se encuentra el Partido del Trabajo, a través de la Asociación de Amas de Hogar, el Frente Revolucionario Antifascista Patriótico (FRAP), algunos militantes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). La colaboración de esteúltimo ha consistido en facilitar-sus locales para las reuniones de la Asamblea.
Desde un primer momento, la Asamblea y la asociación de vecinos han estado enfrentadas debido a los diferentes métodos que cada uno propone para afrontar el problema. Mientras que la Asamblea se pronuncia por la patada a la puerta, la asociación prefiere una actuación más legalista: cada una de las actuaciones, ha de tener carácter legal.
La pretensión de dar legalidad al proceso, según Fernando Salas, abogado de la asociación,consistiría en dotar a la comisión mixta de un carácter legal y de un articulado de competencias, sin lo cual no pueden funcionar. «Más del 50 % de los pisos del barrio están adjudicados irregularmente -explicó el señor Salas-, por esto y por el abandono de muchas de las viviendas, el proceso ocupacional se ha desarrollado en este barrio. Hay gente sin viviendas y hay pisos vacíos. Nosotros partimos de que, para poder hacer algo, necesitamos conocer los archivos y documentación de la Obra Sindical del Hogar. Revisar una por una las adjudicaciones y, una vez conocidos cuáles son los pisos vacíos, realizar una nueva adjudicación.»
Respecto al papel de los organismos oficiales a la hora de abordar el problema, ha habido una clara inhibición, y, en ninguno de los casos, se ha rebasado el lamento. En el último pleno del Ayuntamiento, un concejal señaló que era una situación intolerable, ante la que había que tomar alguna postura. El pleno estuvo de acuerdo, pero no se propuso ninguna medida concreta. El Ministerio de Urbanismo, ante el que el conjunto de entidades ciudadanas coincide en señiflar que debiera ser el encargado de dar una salida al conflicto, hasta ahora sólo ha hablado de que ellos facilitan la creación de la comisión mixta con los vecinos, pero continúa sin aclarar las competencias reales de la entidad.
Finalmente, hay que señalar que la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos y la Asociación de Palomeras Altas, de Vallecas, zona donde existe un agudo problema de vivienda, manifestaron a EL PAIS que el problema de las ocupaciones debe ser resuelto por el Ministerio y que consideran que la asociación veccinal debe ser el cauce idóneo a través del cual se realice una revisión de las anteriores adjudicaciones y se dé vivienda a las familias necesitadas de ellas. De todas formas, señalaron que «la
solución ya no se puede demorar más. El enfrentamiento en el barrio sólo perjudica a vecinos y la contestación debiera dirigirse al Ministerio, como responsable de
la situación».
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