Comunistas catalanes y vascos, celebran hoy sus congresos
En Barcelona y en Bilbao comienzan hoy el IV Congreso del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) y el tercero del PC de Euskadi, respectivamente. En la inauguración de este último estará presente el secretario general del PCE, Santiago Carrillo. En las direcciones de ambos partidos se han presentado numerosas enmiendas y los debates se espera que sean arduos.
Con la participación de 1.200 delegados, representando a más de 40.000 militantes, se inicia esta mañana en Barcelona el IV Congreso del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC). Sus trabajos concluirán el martes con la elección de una nueva dirección. No existe ya duda alguna acerca de la designación de Antonio Gutiérrez Díaz como secretario general, mientras que el actual titular de este cargo, Gregorio López Raimundo, pasaría a ocupar la presidencia del partido, que se encuentra vacante desde el fallecimiento de Josep Moix.Han sido presentadas gran número de enmiendas -a veces de sentido contrapuesto- al proyecto de manifiesto-programa sobre el que deberá pronunciarse el congreso. En este documento desaparece el concepto de dictadura del proletariado, se mantiene el de internacionalismo Proletario y se reafirma la vía plural y democrática hacia el socialismo.
En base a está enmienda y a las informaciones obtenidas directamente es posible afirmar que en los últimos meses, particularmente después de las elecciones, han desaparecido los términos originales del antagonismo entre «históricos» y «bandera blanca». Aquella confrontación ha adoptado un carácter multiforme con la aparición de nuevos temas de debate que convierte al PSUC en una compleja realidad de difícil exposición y en absoluto carente de antagonismos internos.
Algunas delegaciones del congreso -particularmente la del barrio de Sarriá de Barcelona- piensan proponer un mayor distanciamiento organizativo entre el PSUC y el Partido Comunista de España, propugnando el fin de lo que consideran una subordinación del primero al segundo.
Esta postura, cuyas posibilidades de éxito son prácticamente nulas, sería apoyada por otras delegaciones, en concreto la de Barcelona centro. Podría incluso sugerirse la retirada de la actual presencia de dirigentes comunistas catalanes en los órganos de gestión del PCE y la creación de un simple comité de enlace entre ambos partidos. El interés del tema está en que pueda plantearse un debate sobre este punto, ya que sin duda alguna no se producirán modificaciones organizativas sobre tan delicada cuestión.
La aparición de este tímido debate vendría enmarcada por el disgusto causado en amplios sectores del PSUC por una intervención del diputado comunista Ignacio Gallego en el Congreso en la que leyó un escrito sobre política internacional en que por dos veces citó a un inexistente «grupo parlamentario del Partido Comunista de España», ignorando que prácticamente existe un mismo número de parlamentarios del PSUC que del PCE en el mismo grupo parlamentario comunista.
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