Graves inundaciones en la provincia de Almería

Coincidiendo con el cuarto aniversario de las inundaciones catastróficas de esta provincia, nuevamente, aunque en menor intensidad, han vuelto a producirse en distintas comarcas lluvias torrenciales, caídas en estos últimos días, y principalmente en la madrugada pasada, que han causado grandes daños.Respecto a la zona norte, en la llamada Cuenca del Álmanzora, el río bajaba completamente cubierto de agua, e incluso ha arrasado algunos bancales y zonas de cultivo. Se han producido numerosos desperfectos en carreteras comarcales, hasta el punto de que algunas localidades, como Purchena, se han encontrado aisladas, durante algunas horas. También algunos de los desvíos provisión se habían esta establecido hace cuatro años por las anteriores inundaciones han vuelto a ser destrozados por las de estos días.

El Gobierno Civil que precisamente se dirigía esta mañana a visitar las localidades de Serón y Bacares, tuvo que regresar rápidamente al no poder continuar el viaje. Se han producido numerosas averías en las líneas telefónicas y también de electricidad, hasta el punto de que muchos pueblos, como el caso de Albox, han estado sin luz casi toda la semana.

En otra comarca de la provincia se han producido bastantes daños, que en Sorbas, en una primera impresión, se calcula superan los cincuenta millones de pesetas, ya que la riada ha arrasado todas las huertas y bancales. Como ejemplo baste destacar que un lavadero público situado a quince metros sobre el nivel de la rambla ha desaparecido completamente. Se han producido cortes en carreteras entre esta localidad y Uleila. Ha desaparecido el puente situado en el kilómetro siete de la misma carretera, denominado puente del Albarracín, numerosos desperfectos en la carretera comarcal con Carboneras y bastantes cortes en la nacional 340. En esta ciudad se han contabilizado :150 litros por metro cuadrado en esta madrugada. con bastante aparato eléctrico, hasta el punto de que varios rayos han alcanzado a algunas-viviendas, pero sin que afortunadamente se hayan producido desgracias personales, aunque sí materiales.