Karpov defenderá su título en julio
El campeón del mundo, el soviético Anatoly Karpov, defenderá su título a partir del próximo día 1 de julio ante el vencedor del encuentro final del torneo de candidatos que disputarán el soviético Spassky y el exiliado de la Unión Soviética Víctor Korchnoi a partir del próximo día 15 de noviembre, en Belgrado.Hasta el momento no parece posible que Korchnoi o Spassky sean capaces de destronar a Karpov, que se mantiene en una impresionante racha de victorias y ha dado muestras sobradas de una regularidad y equilibrio totalmente básicos para esta modalidad. Tal vez el único hombre que pudiera ponerle en más aprietos sea el apátrida Korchnoi, que llega a este encuentro final ante Spassky tras derrotar claramente a Petrosian y a Polugaievski.
Korchnoi parece atravesar un especial buen momento y aparece como favorito ante el encuentro con Spassky. No obstante, si bien es cierto que este último atravesó un mal momento en marzo pasado, cuando se tuvo que enfrentar al checo Hort en cuartos de final, y necesitó de dieciséis partidas para vencerle, su encuentro de semifinales ante el húngaro Portisch parecio marcar una vuelta a la estabilidad y regularidad que le faltaron en ocasiones anteriores, desde que perdió su título mundial ante el norteamericano Fischer. En este sentido posiblemente habrá influido su estabilidad sentimental y el cambio de residencia en Europa. Lo cierto es que Spassky, que entró a participar en este torneo de candidatos por la voluntaria ausencia de Fischer, ha llegado a una final que pocos esperaban ante lo irregular de sus primeros resultados, y podría, incluso, derrotar a Korchnoi.
Spassky y Korchnoi disputarán este encuentro a veinte partidas, que se alargarán hasta decidir un vencedor en caso de que al término de las señaladas persistiese el empate. Si vence Spassky será una definitíva prueba de que ha sabido superar el bache, y los soviéticos no tendrán nada que temer, el título se queda en casa. Si por el contrario el vencedor es Korchnoi -cosa nada improbable-, el encuentro final de julio ante Karpov se convertirá en algo más que una simple final de un campeonato mundial. El apátrida está siempre dispuesto a teatralizar y encrespar los ánimos de sus rivales soviéticos, y el que un exiliado soviético tenga la oportunidad de hacérselo al mismísimo Karpov no va a gustar nada a los dueños del cetro mundial.
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