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Reportaje:

Las "radios libres", un fenómeno en auge

Se acaba de crear en París la ALO (Asociación por la Liberación de las Ondas), cuyo papel será, sobre todo, garantizar la independencia de las radios con relación a los intereses comerciales y a las presiones políticas, además de estructurar las normas técnicas sobre las emisoras y las atribuciones de frecuencia. Asegurará un trabajo de coordinación y de investigación, la defensa jurídica y política de las experiencias autónomas, así como su esencial coordinación, luchando por el reconocimiento de la existencia de las radios libres frente al monopolio del Estado. ALO reagrupa, por el momento, creadores, hombres de los mass media, intelectuales y representantes de las radios libres ya existentes o en formación. Ya se han adherido cierto número de personalidades, entre ellas, Gilles Deleuze, Gerard Fromanger, Félix Guattarl y Michel Foucault.ALO está en contacto con sus equivalentes extranjeras, FRED, en Italia; Communauty Comunication, en Inglaterra, y otros grupos que ayudan a consolidar esta tendencia a la comunicación local que se desarrolla en el mundo entero. Está en proyecto la preparación de una jornada nacional de radios libres, en la que todas las emisoras emitirán, a la misma hora, un programa diferente.

«Una ley está caduca cuando nadie la quiere», afirman los responsables de la ALO. Las radios libres proliferan en Francia: Radio Campus, Radio Activa, Radio Verde, Radio Verde Fessenhei, Abesses Echo del 18, Radio Delirio-Azul,Radio Libre 44, Radio Hilo Azul, Radio 93, etcétera, y en el extranjero, como Radio 88, en Suecia; Radio Ciudad Futura y Radio Alicia, en Italia (que han conseguido que se declare « anticonstitucional » el monopolio), pero los poderes públicos prefieren callarse y reiteran a propósito de las radios libres el único gesto de que, son capaces cuando una necesidad nueva sobrepasa sus capacidades de asimilación: la interferencia, para impedir la audición y los procesos judiciales.

Un modelo: Radio Alicia

«La policía derriba la puerta, entra.» «Todo el mundo manos arriba.» «Nos dicen que nos pongamos manos arriba.» «Detengan esa transmisión.» «Se acercan para arrancar los micros.» «La primera barricada electrónica: acaba de caer», estas palabras fueron un programa histórico de Radio Alicia, homónima bolonesa de Radio Citta Futura de Roma, trasmitido el 12 de marzo de 1977. El día anterior, Francesco Lorusso, militante de Lotta-Contínua, había sido muerto por un policía, millares de manifestantes se lanzan a la calle, los acontecimientos se transmiten en directo a través de las radios libres, ,entre ellas Radio Alicia, animada por Franco Berardi (Bifo), uno de los principales teóricos de la nueva rebelión, «autónomos creativos», que a raíz de estos acontecimientos fue acusado de «incitación moral a la revuelta» y tuvo que huir de Italia.Radio Alicia, de Bolonia, la «ciudad vitrina del comunismo», es una emisora célebre en toda Italia, modelo de muchas otras y la primera en lanzar la experiencia, de la «guerrilla de la información». Una voz que, como dice Guattari en la introducción del libro Radio Alicia-Radio Libre, «Opone al deseo de poder de los discursos del orden, el poder del deseo contra el orden del discurso». Una radio que «conspira» en el sentido de respirar con respirar juntos, y cuando esta «conspiración/ respiración surge, se infla, se hace oír en la radio, es toda la producción/circulación de signos emitidos por el poder la que es interferida». Una radio abierta a los que hasta ahora estaban enmudecidos: emigrantes, mujeres, marginados. «Un intento de sabotear los cerebros donde se almacena la información.» La voz de, Radio Alicia es la voz del deseo; por ello no es la radio de un grupo, pues «los grupos representan una realidad política ordenada constitucionalmente, destinada a la institucionalización, al poder. La radio del poder quiere reducir el deseo al silencio y la subversión al orden», pero Radio Alicia quiere «acabar con la dictadura del "significado" e introducir el delirio en el orden de la comunicación, dejar hablar al deseo, la rabia, la locura, lá impaciencia y la desobediencia». Por eso es una radio que molesta en la Italia del compromiso histórico, puesto que representa «la disidencia» al mismo, luchando por la insurrección del lenguaje y en contra del «solemne aburrimiento» de todos los aparatos y la «eterna seriedad en la política», desacralizando el lenguaje estereotipado y diciendo de otra forma aquello que no «debe» decirse de ninguna. Radio Alicia recorre « transversaImente los órdenes» (de la familia, la Iglesia, el Estado ... ), para «recomponerlos de una manera creativa». Su intención, liberar la fantasía (la imaginación al poder, se decía en mayo del 68), pues hemos sido «expropiados de lenguaje» que «aseptizado de toda contradicción, está en consecuencia extirpado deí sujeto»; para Radio Alicia, la cultura es la historia de un robo y se impone una restitu- ción», está en consecuencia u extirpado del sujeto»; para Radio cabo es «que cien flores se abran, que cien radios transmitan».

Radio Verde: radio ecológica

A imagen y semejanza de las radios italianas, las francesas comienzan a «florecer», anunciando como pueden la fecha y hora de transmisión, y siendo interferidas, con gran eficacia, por la ORTF. Entre ellas, las dos que han dado más que hablar esta temporada: Radio Verde, que se apoya en el movimiento ecológico, por ser una «corriente política no sectaria» y que, como dice W. S. Burroughs, desea «devolver el verde a las,flores y a la jungla, al río y al cielo», y Radio Hilo Azul, sobre el soporte de « los jóvenes lobos giscardianos», cuyo propósito, entre otros, es «morir un poco menos idiota», según sus propias manifestaciones.Radio Verde no desea limitarse únicamente a los temas ecológicos, sino afirmar «una originalidad» propia rompiendo con el discurso radiofónico tradicional impregnado de consolaciones y consejos de los que tienen la «experiencia», el «discurso» y «el sentido común».

Radio Verde tiene la voluntad de resistir, frente al monopolio y el peligro de la invasión de las radio comerciales, si éste llega a desaparecer un día. Para ello, desde sus comienzos, el 16 de mayo pasado, en que realizó una emision sorpresa no interferida, dispone de un material que le permite emitir en frecuencia modulada, subempleada en Francia (con objeto de «comportarse irreprochablemente» ha puesto a punto un sistema para no interferir las bandas reservadas a la aviación y a las ambulancias), de un soporte militante, puesto que se apoya, sobre los comités de París Ecología y Amigos de la Tierra de cada barrio; de un público potencial que es el electorado ecologista, que tiene poco de marginal y de una concepción de la radio «diferente», que quiere acabar con la «contaminación sonora» reinante, asegurando una información descentralizada, sin beneficios económicos, y de unos programas que están «al nivel y a la medida de la esperanza suscitada por el proyecto». Felizmente, las exigencias de una producción sonora dulce, sin propaganda ni publicidad, ha atraído a los profesionales de la radio, que ponen su competencia al servicio de los comités.

Su principal preocupación es «evitar que el proyecto más excitante de los últimos meses, se reduzca a un gadget más de nuestra sociedad liberal avanzada».

Radio Hilo Azul

Junto al verde de la radio ecológica, el azul de «la radio a los colores de la Francia», Radio Fil Bleu, que emitió por primera vez el 12 de julio. Su objetivo principal: luchar contra el monopolio de la ORTF, que es «inexistente», puesto que- la realidad de las radios periféricas lo ridiculiza. Radio FB rechaza trabajar en la clandestinidad, afirma que «sólo el servicio público de la radio es monopolio del Estado, pero no la radio en sí misma, las radios libres no tienen nada que ver con este monopólio» que, además de ficticio, es contrario a la constitución, cuando dice: «Todo hombre es libre de hablar, escribir, informar o publicar. Puede por medio de la prensa, o por cualquier otro, expresar, difundir y defender toda opinión». Caso de que sea condenada, RFB recurrirá al tribunal de La Haya, a Strasburgo y Viena, donde la comisión de los derechos humanos vigila para que sean respetados los acuerdos de Helsinki, donde se afirma la libertad de expresión e información.Los promotores de la juventud giscardiana pretenden ayudar «a salir de la incomunicacion que todos sentimos en nuestras vidas profesional y privada», y se dirige especialmente a un público entre dieciocho y 45 años, de estudiantes, cuadros y profesiones liberales.

Para la oposición, Radio FB no es más que un jalón en una operación política de envergadura. Los giscardianos temen las elecciones de 1978 y saben que «hacer saltar el cerrojo de la información» puede series muy útil

Radio 88, el pirata sueco

También los países nórdicos han sido contaminados por la epidemia «radio libre», y han surgido emisoras como Radio 88, que se autodefine como «el pequeño catalizador pirata que cuestiona todo el sistema. La pequeña calamidad radiofónica sin bozal, la caquita de mosca sobre la ventana, bien limpia, del bienestar sueco» e ironiza sobre sí misma al preguntarse: «¿Cuándo nos meteremos en nuestra cabezota que las leyes y los reglamentos están hechos para protegernos contra nuestras infectadas opiniones personales?». Radio 88 desapareció «absorbida» por las interferencias y la policía, pero otras surgen, puesto que cada vez se siente más la necesidad y el deseo de cambiar la monotonía de unas emisiones programadas para adormecer. En este caso, el aparato judicial está llamado a juzgar no un delito, sino una situación políltica y son ya muchas las voces que se levantan pidiendo terminar con un monopolio que impide el ejercicio de un derecho:el acceso a las ondas, que es una parte del derecho a la libertad de expresión y de los derechos humanos.

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