Comisiones Obreras media en la huelga de los vigilantes jurados
Cuatrocientos trabajadores, según los empresarios, y más de 6.000, según fuentes laborales, son las cifras que se barajan para dar cuenta del número de vigilantes jurados que secundaron la huelga nacional convocada ayer para todo el sector. La disparidad de ambas apreciaciones pone de relieve las contradicciones que se desprenden al confrontar las versiones sobre la huelga facilitada por los empresarios y los trabajadores.
Según estos últimos, en Barcelona, Valencia, Sevilla, Canarias, Cádiz, San Sebastián, Burgos, Zaragoza, Bilbao y Madrid se han registrado paros parciales y totales, cuya suma ofrece un total de 6.500 trabajadores en huelga. Concretamente en Madrid, unos 2.000 vigilantes jurados no acudieron a sus puestos de trabajo, y 1.600 de ellos permanecen encerrados desde primeras horas de la mañana de ayer en la sede de Comisiones Obreras, a la espera de que la patronal convoque la reanudación de negociaciones. A este respecto, miembros del Colectivo Unitario de Trabajadores de Vigilancia y Seguridad desmintieron, durante el transcurso de una rueda informativa celebrada ayer, las declaraciones del presidente de los empresarios, José Aguirre de Retes, en el sentido de que la parte económica está abierta a cualquier tipo de diálogo o propuesta de los trabajadores. Los citados portavoces señalaron que desde la ruptura de negociaciones, los empresarios no han intentado ponerse en contacto con ellos. El señor Aguirre afirmó también a Nicolás Sartoruis que en nombre de Comisiones Obreras se ofreció a mediar en el conflicto, que «se tomarían cuatro o cinco días para reflexionar sobre la huelga antes de dar una respuesta definitiva». Tal afirmación ha sido interpretada en medios laborales como una clara demostración de que son los empresarios -o mejor, los grandes empresarios- los que parecen tener escaso interés en solucionar el conflicto. Esta hipótesis viene refrendada -en opinión del Colectivo Unitario- por el hecho de que la patronal rompió las negociaciones al negarse a conceder la amnistía laboral, cuando ésta no afectaría a más de diez represaliados y, curiosamente, ninguno de ellos pertenece a Essabe Express, la principal empresa del sector y de la que es director, asimismo, el señor Aguirre. Los portavoces de la rueda de prensa llegaron a afirmar, que «la intención de perpetuar la huelga podría interpretarse como una maniobra para arruinar a las pequeñas empresas. De hecho, añadieron, los representantes de la pequeña y mediana empresa no presentaron ningún inconveniente para con ceder la amnistía laboral, con lo que posiblemente se hubiera evitado el conflicto.También dijo el señor Aguirre a Nicolás Sartorius que la huelga les había cogido por sorpresa, ante lo que los trabajadores mostraron en la rueda de prensa documentos acreditativos de que se les había avisado por escrito repetidas veces.Versión de los empresariosPor su parte, los empresarios insistieron ayer en una reunión con los informadores acerca de su buena voluntad negociadora y manifestaron que los pocos trabajadores que secundaron la huelga lo hicieron, muchos de ellos, coaccionados por piquetes de huelguistas. En este sentido, mostraron a la prensa un documento con las firmas de cuatro empleados que declaraban haber sido víctimas de esta coacción. Asimismo, señalaron que el Colectivo Unitario no es representativo de los trabajadores, pues la mayoría ni siquiera ha oído hablar de él. Sin embargo, fuentes laborales aseguran que éste cuenta con 5.000 afiliados cotizantes. El citado Colectivo, es la plataforma sindical del sector, y agrupa tanto a los vigilantes sindicados como a los independientes. El reconocimiento del Colectivo Unitario como representante válido de los trabajadores fue el único punto en el que llegaron a un acuerdo sin dificultad empresarios y trabajadores en la reunión que mantuvieron el pasado miércoles.
Los trabajadores reivindicaron, además, 8.000 pesetas lineal es de aumento, dado que consideran insuficientes los salarios que perciben (alrededor de 10.000 pesetas mensuales). Como las negociaciones se encontraron en el punto referente a la amnistía aboral, la reivindicación salarial ¡penas si fue tratada en profundidad, y los empresarios no llegaron a presentar ninguna contraoferta.
«Un buen negocio»
El Colectivo Unitario sostiene que la reivindicación económica no resulta descabellada si se tiene en cuenta que las empresas cobran a cada entidad bancaria cerca de las 60.000 pesetas por vigilante jurado mientras que éstos reciben siempre menos de 23.000. La parte sociál considera, pues, que éste es un buen negocio y no comprenden cómo las grandes empresas alegan falta de medios económicos a la hora de pactar mejoras salariales, sobre todo cuando el pasado miércoles el director de Essabe Express manifestó a sus trabajadores que contaban con un superávit de diecinueve millones de pesetas. Además de los aumentos salariales, la tabla reivindicativa de los trabajadores incluye también un 20 % de incremento en concepto de peligrosidad y treinta días de vacaciones.La huelga de los vigilantes que custodian los transportes blindados cobra especial importancia dada la fecha de hoy, en que la mayoría de los trabajadores acudirán a los bancos a, percibir sus salarios, pues actualmente numerosas empresas hacen efectivas las retribuciones de su personal mediante talones bancarios.
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