Extrañas coincidencias en el asunto de los "hotelitos"

El affaire de los hotelitos ha suscitado muchas sospechas desde el primer momento. Especialmente cuando es una historia en la que, por ejemplo, aparecen hilos que pasan por la casa del propio director técnico de Control Urbanístico del Área Metropolitana de Madrid. La sensibilidad del ciudadano, en materia de especulación del suelo, está a flor de piel.Lo que está en juego es el 13 % del suelo edificado en Madrid. Esto es, 3,000 de las 16 000 hectáreas urbanas madrileñas. Y, además, 1000 hectáreas que, si cuando fueron edificadas como viviendas unifamiliares -en el primer tercio de siglo- eran poco menos que ghettos muy lejos del centro urbano, hoy son parte del propio y codiciado centro.Debate público con el alcalde

En la treintena de colonias unifamiliares afectadas por el intento municipal viven unas 5.000 familias que prefieren sus actuales viviendas a otras más modernas, pero masificadas.

« Para una medida como la que el Ayuntamiento pretende -dicen los vecinos- debería habernos consultado. Es lo legal, según la ley del Suelo. El señor De Arespacochaga, sin embargo, se permite incluso dudar del conocimiento que el vecindario pueda tener sobre la conveniencia o inconveniencia de llevar a cabo su intento. Tiene la desfachatez de hacer tal comentario antes de haber conocido nuestras alegaciones. Pues bien, si el señor De Arespacochaga quiere hacer lo que debe, que reúna a sus técnico y llame a una comisión de nosotros para hablar del tema. Por nuestra parte, estamos dispuestos a que esta entrevista se haga ante la prensa. Si esto no es así, nosotros seguiremos estando en el derecho de dudar de las intenciones del alcalde, más aún cuando es sabido que es un hombre que ha mantenido, si es que no las sigue manteniendo, fuertes vinculaciones con el, mundo inmobiliario.» Esta invitación al alcalde para un debate público fue expuesta el pasado jueves a los periodistas durante una rueda de prensa en la que también se dijo que ya hay indicios básicos para iniciar una investigación sobre los intereses ocultos que habrían motivado el intento de cambiar la ordenanza.

Curiosa coincidencia

Hace tres años y medio se solicitó al Area Metropoliana que permita construir, al menos cuatro plantas, en los edificio unifamiliares de la calle de Fragua (perpendicular a la de Comandante Franco, por un extremo, y a la de Platerías -final de Mateo Inurria- por el otro).

Sobre el lo emitió un informe la Dirección Técnica de Control Urbanístico. En el escrito se aportaban argumentos que, en líneas generales, coincidían con los que ahora da el Ayuntamiento para llevar a cabo la modificación de la ordenanza. Asimismo, sugería que la Gerencia Municipal de Urbanismo procediera a un estudio tendente a ejecutarlas modificaciones precisas en todas aquellas viviendas que se encuentran en situación idéntica a las de la calle Fragua.

El pleno de la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana lo aprobó al año siguiente, exactamente el día 23 de junio de 1975.

La solicitud aludida está firmada por Vicente Jesús Rafael «en nombre de una serie de propietarios de viviendas unifamiliares sitas en la calle Fragua, número 6». No obstante, en el Registro de Expedientes, la citada solicitud se da como presentada por Amparo Muñoz y vecinos de la calle Fragua. Esta contradicción no es única, puesto que el citado señor Rafael no vive en el número 6, sino en el número 8. Realmente, quien vive en el número 6, un chalet denominado Villa Regis, es Jesús Gimeno Ansaldo, arquitecto' adscrito en aquellas fechas a la Dirección Técnica de Control Urbanístico que emitió el mencionado informe y ahora es director de este departamento del Area Metropolitana.Por nuestra parte hemos hablado con Vicente Jesús Rafael, escultor, sobre la solicitud presentada y, efectivamente, recuerda el hecho, a pesar de no figurar inscrito en el registro de presentación de expedientes.

Por su parte, Amparo Muñoz, que vive en el número 20 de la citada calle con su esposo, camarero jubilado de noventa años de edad, y con sus hermanos, también de edad avanzada, nos ha manifestado que ella no presentó tal solicitud.

«Aquí vino un día el arquitecto -dice-, este señor que vive aquí al lado, en Villa Regis, y nos dijo que firmáramos una instancia para que nos permitieran edificar más alturas, porque así la finca se revalorizaría, y firmamos, pero no sabemos más. Ya no me acordaba de aquello.» Efectivamente, en un principio, al preguntarle sobre una instancia presentada por ella en el Ministerio de la Vivienda, Amparo Muñoz no entendía de qué le hablábamos.

El actual director técnico de Control Urbanístico ostenta su cargo desde el pasado agosto, mes en que el tema de los hotelitos fue sometido al pleno municipal, aprobado, y sacado a información pública en pleno éxodo veraniego.

Actuación paralela de la Gerencia de Urbanismo

Una actuación paralela en el tiempo tuvo lugar promovida por la Gerencia Municipal de Urbanismo, cuyo titular es Valentín Barriga.

La superiora de la Congregación de Esclavas del Amor Misericordioso, madre María Magdalena de Jesús García Tutor, había solicitado del Ministerio de la Vivienda -según ha manifestado a EL PAIS- permiso para aurnentar las aulas del colegio benéfico que la congregación regenta, situado entre las calles de San Francisco de Sales y Guzmán el Bueno. No le fue concedido por ser esta una finca acogida a la ordenación de viviendas unifamiliares que el Ayuntamiento quiere convertir ahora en plurifamiliares.La superiora supo después que la ordenación de su finca y la de toda la manzana se iba a cambiar. La petición al Area Metropolitana partía esta vez de la Gerencia de Urbanismo. A pesar de que tal cambio podría beneficiar sus posibilidades de edificación, interpuso recurso en contra. «Porque, en primer lugar, no pretendemos especular, y no venderemos esta finca a pesar de que ya nos lo hayan pedido, puesto que el sitio es bueno para nuestra función, Y, en segundo lugar, porque nuestra necesidad de ampliar las aulas era y es urgente y ese plan tardaría aún tiempo en realizarse.»

Pues bien, al tiempo que el Ayuntamiento aprobaba el fin de los hotelitos de Madrid -menos las zonas residenciales de Puerta de Hierro y El Viso-, según sugerencia original del Area Metropolitana, ésta rechazó el recurso de la congregación religiosa y aprobó el plan propuesto por la Gerencia Municipal de Urbanismo para poder edificar más alturas en la manzana comprendida entre Guzmán el Bueno, San Francisco de Sales, Juan Vigón y Santander.

Para mayores coincidencias, ambos planes, el cambio de la ordenanza cuarta, grado tercero, y el que afecta a la citada manzana, salieron a información pública en las mismas fechas.