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La unificación de centrales socialistas origina divisiones internas en la Unión Sindical Obrera

La pretensión unitaria con la Unión General de Trabajadores por parte de algunos miembros del secretariado confederal de la Unión Sindical Obrera, de una parte, y la negativa de los restantes miembros a la unidad de ambas centrales socialistas, de otra, ha planteado una seria crisis interna en esta última central. El tema de la unificación sindical socialista podría ser definitiva, abordado en un próximo congreso extraordinario de Unión Sindical Obrera, solicitado a tal fin por la facción disidente de la unidad con Unión General de Trabajadores.

Al abandonar once de los veintitrés miembros que en la actualidad integran el secretariado confederal de USO la reunión celebrada por este órgano de gobierno -el de mayor responsabilidad entre congresos- el pasado fin de semana, han saltado al debate público las controversias planteadas en el seno de USO por el tema de la unidad con UGT, abordadas ya en la anterior reunión del secretariado confederal, sin que en aquella ocasión se diera publicidad al enfrentamiento de criterios que sobre dicho tema se puso de manifiesto entre los dirigentes de USO.Según la información obtenida por EL PAIS, el secretariado confederal dejó en libertad a sus miembros para que, a título particular, y excluido el carácter oficial de los mismos, cada uno de ellos adoptara la postura que creyera conveniente sobre la iniciación de contactos con UGT para tratar de la posible unidad de las dos centrales socialistas. En aquella ocasión, doce de los veintitrés miembros del secretariado se opusieron a iniciar contactos oficiales con UGT para tratar el tema, frente a los once miembros restantes, partidarios de tales contactos.

No obstante, y en uso de la libertad de acción que les concedía el acuerdo del secretariado en aquella reunión, la facción partidaria de la unidad con UGT ha venido manteniendo contactos al más alto nivel con UGT, lo que ha motivado un movimiento de repulsa por Parte de numerosas federaciones de USO, que han llegado a solicitar, incluso, la dimisión de sus cargos directivos de aquellos miembros del secretariado que se muestran favorables a la unificación socialista.

En este ambiente de controversia, la reunión mantenida durante el pasado fin de semana por el secretariado confederal concluyó con la retirada de la misma de once de sus veintitrés miembros como muestra de desacuerdo con los doce restantes, favorables a que el secretariado se pronunciara formalmente sobre el inicio de conversaciones oficiales con UGT (véase EL PAIS del pasado día 11).

A partir de este momento, ambas facciones han hecho públicos sendos comunicados en los que explican y defienden sus respectivas posturas. Mientras para los doce el abandono de la reunión de los once miembros restantes es «antidemocrático y supone un claro intento de evitar, mediante un acto de fuerza, el debate democrático planteado, hurtando el derecho que toda la base de la organización tiene a conocer y decidir libremente, sin presiones», los once consideran que los acuerdos adoptados por los otros doce miembros no son válidos, al no haber el necesario quorum, y que «la actual situación sólo puede ser resuelta por un congreso extraordinario cuyos resultados y directrices acataremos plenamente».

Futuro socialista de Uso

La facción partidaria de la unidad con UGT, «no de integración ni de venta a la UGT», argumenta su postura, después de reafirmar su proyecto sindical y socialista, en que la USO «tiene muy reducido el campo de una clientela natural, al no ser el punto de referencia sindical de los grandes espacios ideológicos y políticos del país».

«La UGT se ha convertido -agregan los partidarios de la unidad socialista-, tanto por razones históricas como por el radio de influencia del PSOE a nivel electoral, en la referencia socialista del sindicalismo a nivel de masas, con lo cual pone en cuestión ante los trabajadores la existencia de otra central sindical socialista, o bien colocaría a la USO en la tesitura de desplazarse a otro campo. En estas circunstancias, la CNT capitalizaría con ventaja.sobre la USO las banderas de una autonomía apartidista y de la autogestión como concepto.»

La unidad con UGT, desde esta perspectiva, se encuadraría en los siguient es presupuestos: aceptación de la autonomía sindical respecto al Estado, los partidos y los grupos de presión; puesta en práctica, a partir de la unidad, de la no duplicidad de cargosentre responsabilidades sindicales políticas; puesta en práctica durante el periodo constituyente de la unidad de un procedimiento igualitario de direcciones paritarias a todos los niveles confederales y federales; discusión de todos los demás aspectos de la política sindical de USO y presentación de ponencias y una dirección conjunta en un congreso de fusión.

Por su parte, los partidarios de afirmar la USO como organización diferenciada, argumentan su postura en las resoluciones alrobadas por el primer congreso confederal de la organización. A tal fin, la facción empeñada en la permanencia de la USO como central socialista presentará al congreso confederal previsto para el próximo mes de octubre (en el que debería abordarse definitivamente el tema, de la unificación socialista, según acuerdo de la anterior reunión del secretariado) un plan general que comporta el desarrollo organizativo de la central; alternativa sindical a corto y medio plazo; alternativa unitaria a corto y medio plazo, y aportación de USO al proceso socialista de nuestro país.

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