Vuelve la polémica ideológica entre comunistas y democristianos italianos

Una vieja polémica ideológica ha vuelto a perturbar el aparente idilio político entre democristianos y comunistas. Durante casi treinta años, tanto la derecha conservadora, como la izquierda democrática y laica han acusado de «doblez» al Partido Comunista. El reciente acuerdo programático de los seis partidos constitucionales parecía haber metido en el desván de los trastos viejos diferencias y sospechas. Sin embargo, antes de que la vida política italiana vuelva a sus batallas, el secretario democristiano Giovanni Galloni, padrino principal del acuero de los seis, en un artículo del semanario ideológico de su partido La discussione, les ha recordado a los comunistas su «persistente doblez togliattiana».Los comunistas reaccionaron en seguida, aunque sin irritación, con un editorial de su diario L'Unita, recordando que en este momento interesan iniciativas concretas, para realizar el acuerdo y no polémicas inútiles. Galloni volvió ayer al ataque desde el órgano democristiano Il Popolo, cargando la mano. La estrategia comunista, según Galloni, tiende a anular, de modo más o menos indoloro, el pluralismo político.

Mientras los comunistas califican este golpe de «vieja y burda propaganda», Enrico Berlinguer convocó ayer a sus veinte secretarios regionales y a un centenar de dirigentes provinciales para concretar los puntos de acción del «acuerdo a seis» y del plan económico a medio plazo, elaborado por el partido.

Como en todas las polémicas ideológicas, las interpretaciones se han multiplicado. Para socialistas y socialdemócratas Galloni ha abierto prácticamente la campaña electoral de las elecciones municipales de noviembre próximo. Los socialistas condenan en particular un presunto intento de desviar la atención de los urgentes problemas que asedian al país. En una entrevista con el diario La República, Galioni trató ayer de mitigar su ataque frontal al Partido Comunista, advirtiendo que su actitud no afectaba para nada «el acuero de los seís».

Es muy probable que el Congreso de la Democracia Cristiana no se celebre en marzo del año que viene, según proyecta el secretario general Benigno Zaccagnini.