Constitución democrática y progresiva
Una Constitución son unas reglas de juego para organizar el más alto nivel de vida de los ciudadanos.Frente a la organización política del régimen franquista, basada en la dialéctica del odio y en la separación entre vencedores y vencidos, privando a estos últimos de
cualquier derecho político, una Constitución democrática tiene que garantizar la posibilidad igual de todos los hombres y de todas las ideologías de participar en el proceso político del país. Esa es la primera meta a alcanzar. Las normasque se establezcan deben facilitar
la intervención en igualdad decondiciones, presentando cadacual sus opciones políticas y sus soluciones para el futuro del país.Inmediatamente después, la Constitución debe organizar y proteger de manera suficiente los derechos y libertades civiles y políticas -prensa, información, reunión, asociación, seguridad jurídica, derechos del detenido, garantías procesales, etcétera- y también los derechos económicos de la persona como trabajador -huelga, Seguridad Social, seguridad en el trabajo, libertad sindical, etcétera- y los derechos sociales como vecino de la ciudad, al aire limpio y a la no contaminación, es decir, al medio ambiente, y como,consumídor, es decir, a una publicidad honesta y veraz, al control de precios , etcétera. La protección de los derechos fundamentales es la garantía de la libertad, y los socialistas somos los promotores y defensores máximos de ésta. Por eso es para nosotros punto central este aspecto de la Constitución.Es también importante, y mucho más en nuestra Constitución, tras cuarenta años de régimen autoritario, que se produzca una correcta y democrática organización de los poderes del Estado. Eso supone la separación entre el ejecutivo, legislativo y judicial, ad áptando, por supuesto, la vieja tesis de Montesquieu a las necesidades actuales; asimismo supone la formación del Gobierno desde las mayorías del Parlamento y la responsabilidad del Gobierno ante éste y la independencia del poder judicial, con creación de un Tribunal de Garantías Constitucionales para proteger a la Constitución y para amparar a los derechos y libertades.
Por fin es imprescindible resolver el problema de las nacionalidades y de las regionalidades estableciendo un sistema jurídico de autonomías por medio de estatutos o de la forma que sea más adecuada para protegerlas dentro de la necesaria sofidaridad de todos los pueblos del Estado.
Estas cuatro grandes áreas de problemas son de solución imprescindible para estabilizar la convivencia en España, pero los socialistas sabemos que no son todo. Debe quedar dispuesta la Constitución a que por el ejercicio de la democracia y la libertad se pueda avanzar en la construcción de la sociedad socialista, meta última del PSOE. Esto es para nosotros sustancial, y las puertas de la solidaridad y de la igualdad deben quedar abiertas con fórmulas de socialización y autogestión.Los socialistas colaboraremos con ilusión en esta etapa para construir una sociedad avanzada, apoyados en las elecciones del 15 de Junio, sin renunciar a ninguno de los ideales republicanos, democráticos y socialistas del PSOE.
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