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Un partido maoísta fundado por católicos y revolucionarios

La Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) tiene sus orígenes en un grupo sindical, la Acción Sindical de Trabajadores (AST), que comenzó a operar en el campo laboral hacia el año 1960, aunque el partido como tal no nació hasta 1969.La AST tuvo sus más firmes raíces en grupos avanzados del apostolado obrero, especialmente los sectores más activos de la Hermandad Obrera de Acción Católica, de la que procedía un elevado porcentaje de sus primeros militantes. Junto a éstos, la organización se nutrió de marxistas revolucionarios descontentos con la línea del Partido Comunista ortodoxo, y fue aproximándose paulatinamente a las tesis marxistas-leninistas, especialmente en su vertiente maoísta.

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Este curioso maridaje entre sindicalismo de inspiración cristiana y marxismo revolucionario se unió, hacia 1967, al movimiento -entonces de carácter unitario- de las Comisiones Obreras, organización sindical en la que colaboraban mifitantes de la ORT, el PCE, el PSP y la mayoría de los partidos situados en el espectro de lo que se ha venido llamando extrema izquierda o izquierda revolucionaria.

En 1969, los integrantes de la futura ORT decidieron dar a su movimiento un mayor carácter político, aunque sin dejar de lado la actividad sindical y, con la intención de llegar a la formación de un partido comunista no -revisionista, adoptaron la línea marxista-leninista, definida en el documento «Principios y doctrinas de la Organización Revolucionaria de Trabajadores», difundido en 1970.

Posteriormente, la ORT aumentó sus efectivos con militantes de otros grupos revolucionarios, entre ellos miembros del Frente de Liberación Popular -Jefipes-, nacido al final de la década de los cincuenta, también con fuerte influencia de las vanguardias católicas, pero esta vez procedentes del mundo universitario.

Cuando a mediados de 1974 nace la Junta Democrática, la ORT se muestra en desacaerdo con los planteamientos de la primera organización unitaria de la entonces clandestina Oposición española, y decide no ingresar en ella. Por el contrario, cuando en 1975 el PSOE lanza la Plataforma de Convergencia Democrática, como réplica a la Junta, la ORT decide integrarse en ella, aunque pone como condición que se haga mención expresa de la voluntad unitaria respecto a la Junta Democrática, y,así queda escrito en el documento fundacional.

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La legalización

Una vez suprimida la famosa ventanilla para la legalización de los partidos políticos, la ORT presenta su solicitud de inscripción en el Registro del Ministerio de la Gobernación, igual que estaban haciendo los demás partidos, el 14 de febrero de este mismo año. El Ministerio suspendió la inscripción del partido y envió el expediente al Tribunal Supremo, basando la presunción de ¡licitud en que la ORT «se guía por el marxismo-leninísmo, lo que conlleva un régimen totalitario por la vía revolucionaría».El 4 de marzo, la ORT alegó ante el alto tribunal, entre otras cosas, que es revolucionario en cuanto se propone objetivos ambiciosos, y que es democrático por cuanto su única fuerza es el apoyo que sepa ganarse entre el pueblo. De todas formas, y a pesar de la salida a la luz pública de sus dirigentes, la ORT permanece en la ¡legalidad tolerada, junto a los demás partidos a la izquierda del OCE, hasta que el pasado 9 dejulio fue inscrita en el Registro de Asociaciones Políticas, y plenamente legalizada, por tanto. Debido a su carácter ilegal, presentó sus candidaturas en las pasadas elecciones bajo la denominación de Candidaturas de los Trabajadores.

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