La muerte de Makarios divide a Chipre
La muerte del arzobispo Makarios, víctima de un ataque cardíaco, deja a la isla de Chipre, a la que él llevó a la independencia en 1960, profundamente dividida. El presidente de Chipre sufrió ayer su segundo ataque cardíaco, a los 63 años. Su muerte crea un doble problema sucesorio, en razón de su cargo religioso como arzobispo, y de su cargo político como presidente.
Podría hacerse cargo de la jefatura de la nación el presidente en funciones de la Cámara de Representantes, Tassos Papadopoulos.Algunos observadores occidentales apuntan ya la posibilidad de que el fallecimiento del arzobispo favorezca la solución federal al problema de Chipre mientras otros auguran nuevos e intensos conflictos greco-turcos en torno a la isla. Numerosas reacciones recibidas en Nicosia de todo el mundo destacan la personalidad política del arzobispo Makarios y su vida dedicada a la independencia y al Gobierno de una de las zonas más conflictivas y delicadas del Mediterráneo. Las conversaciones greco y turco-chipriotas para una solución federal de la isla -cuya población está dramáticamente dividida entre la mayoría grecochipriota y la minoría turco-chipriota-, congeladas desde el pasado mes de abril, pueden reiniciarse de nuevo tras la desaparición de la máxima personalidad política de la Isla.
Los restos del difunto arzobispo Makarios serán enterrados en el monasterio de Kykko, en el que estuvo seis años siendo novicio.
La muerte del arzobispo ha sido muy llorada especialmente en la comunidad greco-chipriota a la que él pertenecía y de la que fue, desde que inició la lucha por la independencia frente a los británicos, su indiscutible líder político y religioso.
Más información en pág. 3
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.