Nueva casta puritana
La frialdad desdeñosa con que un grupo acogió la entrada del Rey es una clara muestra de su falta de contacto con los sentimientos de los votantes, que hoy han decidido apoyarles y mañana pueden pensar en retirar su voto en busca de personas con un grado más avanzado de madurez política y solidaridad simplemente humana.El arrebato de puritanismo invocado por el señor Guerra en su declaración en favor de dicho comportamiento resulta casi pintoresco: de un lado, memoria de sacerdote azteca, con su célebre calendario dividido en fechas propicias y maléficas; de otro lado, la invocación litúrgica a la «decisión colectiva". O sea, que el «socialismo en libertad» tiene aleccionados a sus adeptos contra cualquier expresión espontánea de reconocimiento en un momento histórico y ante el primer demócrata de este país. -
Y encima el señor Camacho dice «positivo», o sea: ora pro nobis.
Esperemos que la actitud cada día más liberal y escéptica de los españoles no se deje arrastrar por las santurronerías de la nueva casta sacerdotal.
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