Vecinos de Vallecas ocuparon viviendas vacias, adelantándose a otras familias más necesitadas
Los habitantes del Alto Arenal, en Vallecas, decidieron ocupar una serie de viviendas vacías del barrio, e incluso decidieron democráticamente cuáles eran las familias más necesitadas. Horas antes de la ocupación, otras familias, ajenas al proceso de decisiones de los anteriores, decidieron ocuparlas por su cuenta. Asi lo que podría haber sido un ejemplo perfecto de organización ciudadana en la resolución de sus propios problemas, se ha visito desvirtuado por la acción de unos vecinos que no respetaron las decisiones tomadas previamente en asamblea.
Desde el mes de enero, la Asociación de Vecinos de Alto Arenal, a instancias de varias familias necesitadas de vivienda, comenzó a investigar los pisos concedidos en su día por la Obra Sindical del Hogar. Descubrieron que unos veinte no estaban habitados. En el caso de seis de ellos la no ocupación estaba plenamente confirmada, puesto que se sabía que sus propietarios tenían otra vivienda.Después de varias asambleas, se decidió incluso qué familias debían ocuparlos. Se analizaron los casos más necesitados, y las mismas familias, a la vista de los casos más urgentes, establecieron un orden de prioridad.
Para formalizar y legalizar al máximo la ocupación, la asociación redactó unos impresos en los que se probaba la situación desesperada de las familias agraciadas, adjuntando partes médicos de enfermedades de sus miembros que justificaban su adjudicación. Se nombraron testigos que acompañarían a los adjudicatarios para apoyarlos y supervisar el acto de la ocupación, y ésta se fijó para ayer, jueves, a partir de las seis de la tarde.
En cambio, el jueves por la mañana varias familias, algunas de barrios cercanos, se adelantaron y se instalaron en las viviendas vacías, no sólo en las seis elegidas, sino en varias más.
Se creó una situación muy confusa, agravada por la presencia de la fuerza pública, que intentó detener a varios vecinos, lo que fue impedido por el resto que, a pesar de que aquéllos no hubieran respetado las decisiones de la asamblea, consideran que no es un problema que requiera la intervención de la policía.
El afán de ocupación de estos vecinos fue tan desmesurado que llegaron a invadir un bloque de ocho viviendas deshabitado por encontrarse en estado ruinoso.
A las siete de la tarde se incorporaron al lugar brigadas de policía antidisturbios, y dos horas antes lo habían hecho los bomberos. A esa hora, unos mil vecinos se encontraban en las inmediaciones, esperando a ver en qué acababa todo. Por su parte, la Asociación de Vecinos decidió no celebrar una nueva asamblea, por la tensión reinante en ese momento, al tiempo que se desvinculaba de este problema, en concreto, puesto que entendía que no podía enfrentarse a otros vecinos.
Al margen de esta situación, la asociación quiere hacer constar el estado de abandono en que se encuentra la colonia de la Obra Sindical, que además aún no ha sido entregada al Ayuntamiento de Madrid, por lo que éste no tiene competencia para hacerse cargo de las reparaciones necesarias.
En una entrevista celebrada con el director provincial de la Obra, éste arguyó que no tienen presupuesto suficiente para acometer obras de reparación y mantenimiento. Los vecinos denuncian que esta actitud provocará la ruina de los bloques, con la consiguiente aparición del problema de conseguir realojamiento a los posibles afectados.
Si la Obra Sindical no tiene dinero -dicen-, que traspase sus competencias al organismo que pueda hacerse cargo. No es comprensible, tampoco, que de ochocientas familias que viven en la colonia sólo doscientas tengan el contrato formalizado, por lo que más parece que la Obra esté buscando la desaparición de la colonia.
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