Tabacalera no ha solicitado aumentos para el tabaco

Tabacalera no ha solicitado, por el momento, ningún aumento de precios para los cigarrillos -nacionales o importados- que vende en España, según ha podido saber EL PAIS en fuentes solventes. Técnicamente, resulta muy problemático que tal elevación pueda producirse antes de un mes.En medios del sector tabaquero se considera, no obstante, del todo ineludible una repercusión en los precios del tabaco de la reciente devaluación de la peseta. A esta repercusión, estimada en un 25 % para las labores importadas y en un 10 % para las de fabricación propia -por su componente de materia prima exterior-, deberá sumarse el incremento del impuesto de lujo que el Gobierno tiene previsto in cluir en la próxima ley Fiscal (véa se EL PAIS de ayer) con especial ,incidencia en las bebidas y el tabaco.

Ducados, el más fumado

El precio del tabaco no varía en España desde diciembre de 1974, siendo uno de los más bajos de los paises europeos. El Ducados, marca de Tabacalera de mayor consumo entre los fumadores españoles, se vende en Francia a unas cuarenta pesetas; precio similar al de otras labores de tabaco negro, como es el caso del popular Gitanes. Sin embargo, este dato resulta escasamente revelador, dado que sería necesario delimitar los márgenes de poder adquisitivo de los fumadores franceses y españoles, además de la diferente calidad del Ducados destinado al consumo europeo, superior a la del que se vende en España.En marzo de 1976, la Junta Superior de Precios autorizó una subida en el precio del tabaco, so licitada por Tabacalera, que colocaba el precio del negro en diecisiete pesetas, pero el Consejo de Ministros no llegó a autorizar dicho incremento. Un mes antes, el entonces ministro de Hacienda, Juan Miguel Villar Mir, había decretado la devaluación de la peseta en un 11 %. La depreciación no fue repercutida en el precio al consumo del tabaco. Este aumento se considera hoy absolutamente desfasado, en medios próximos al monopolio. Según los expertos, un precio razonable para el negro, de mayor consumo y por tanto utilizable como base para estructurar los precios de las restantes variedades, sería veinte pesetas; es decir, un 30 % más que el actual. Los mismos expertos estiman que el carácter monopolista del comercio tabaquero y la consideración suntuaria del consumo de cigarrillos deberán ser tenidos en cuenta a la hora de considerar posibles revisiones de precio, con el fin de ahorrar divisas y preservar la importante fuente de ingresos para el Tesoro que supone el rendimiento de Tabacalera.

De cualquier forma, una revisión de los precios del tabaco constituirá una medida impopular, que servirá para revitalizar las opiniones en contra de la política tabaquera española, especialmente en lo que se refiere al aprovechamiento y extensión de los cultivos y a las relaciones de Tabacalera con las poderosas multinacionales.