Familiares de los policías procesados insisten en la suspensión del juicio

Una comisión de los familiares de los policías armados y guardias civiles procesados, que se hallan encerrados desde el domingo en la iglesia de Santa Eulalia, en el barrio madrileño de Entrevías, se entrevistó ayer con el señor Pastor Jiménez, jefe superior de Policía de Madrid, a iniciativa de este último. Los familiares de los policías armados y guardias civiles procesados, cuyo juicio en consejo de guerra está previsto para hoy por hechos relacionados con la manifestación de agentes del orden público celebrada el día 17 de diciembre de 1976 en la plaza de Oriente, insisten en que no se celebren los juicios correspondientes a las dos causas, una por sedición y otra por insulto a superior, a que han dado lugar los citados hechos.

Según Cifra, el jefe superior de Policía dio esperanzas a la comisión de familiares sobre la resolución del consejo de guerra, a la vez que les pidió que abandonasen su actitud y desalojasen la iglesia de Santa Eulalia. Por su parte, un miembro de la comisión manifestó a Logos que «nosotros no queremos promesas, sino hechos concretos, y es por eso por lo que continuaremos el encierro». «Ayer mismo -añadió el mismo portavoz- nos dijeron que nuestros familiares saldrían de un momento a otro y que nuestra conducta podría ser contraproducente, pero todos nosotros es tamos cansados de promesas que luego no se cumplen, y por eso mantenemos nuestra actitud. Somos personas pacíficas y no queremos causar problemas de ningún tipo. Por eso, en cuanto tengamos noticias, comprobadas por hechos palpables, de que nuestros familiares están en libertad, abandonaremos el encierro.»Por su parte, la Unión General de Trabajadores (UGT) ha hecho público un comunicado en el que, al Igual que hicieron la CSUT y CCOO, hace constar la excepcionalidad del momento político en que se produjo la manifestación del 17 de diciembre, y pide para los encausados «la aplicación de la amnistía, que les sitúe en plano de igualdad con los procesados cuya valoración se está revisando por las actuales circunstancias de transición, a fin de consolidar la convivencia civica».

En el mismo sentido se ha pronunciado FE de las JONS (Auténtica), quien considera que estos trabajadores de las fuerzas de orden público sólo pretendían unas mínimas mejoras salariales y de trato, y no deben ser juzgados de acuerdo con viejos usos del sistema político autocrático.