Vicente Gallego no fue falangista
En el último extraordinario dominical de EL PAIS aparece un trabajo titulado «La Monarquía del Movimiento», en que nominalmente se me cita llamándome «camarada».Sin ninguna apelación legal, me permito rogar a usted la terminante rectificación de tan inexacto aserto. Jamás figuré en las listas de asociados de Falange, ni siquiera en tiempos en que resultaba arriesgado y difícil mantenerse independiente. Precisamente por eso, y en tiempos del ministro señor Arias Salgado, de no grata memoria, fui expedientado en forma inaudita hasta eliminarme de mi cargo de director-gerente de la agencia Efe, que yo había tenido que crear y organizar por imperativo ministerial y que, estatutariamente y por mi proclamado deseo, era una entidad independiente, una sociedad anónima con acciones nominativas para que en todo momento se conociera la procedencia del dinero y en la que nadie podía poseer más de la tercera parte del capital social. Contadores-jurados revisaron la contabilidad y la dictaminaron mientras yo dirigí aquella empresa.
. Mi actitud ante la segunda guerra mundial quedó reflejada, con toda trasparencia -la entonces posible- en la revista de política internacional que yo fundé y dirigí. En un libro póstumo de Ignacio Agustí se afirma que él y yo éramos los únicos profesionales de signo aliadófilo que existían en los medios de comunicación de aquellos tiempos.
