A favor de Fraga
A uno le gusta ser realista. Por eso considera honesta y razonablemente que el país no debe desperdiciar un hombre como Fraga, tan bien dotado donde los haya, aunque tenga eldefecto de todos los políticos: su desmedida ambición y algún defecto muy personal: su irrefrenable impetuosidad, su falta de diplomacia, su hablar a las claras, su cantar las verdades al lucero del alba. Fraga se ha equivocado porque no ha contado con que el lucero del alba también sabe cantar y hoy tiene una voz muy potente. Ha sido una víctima propiciatoria, un blanco muy vulnerable. Fraga se estaba equivocando desde la A la Z. Es decir, desde la formación de AP, (que fue, no obstante, una idea muy feliz cuando parecía que todos íbamos a morir ahogados entre siglas), colocándose al lado de hombres tan deteriorados políticamente hasta la realización de una campaña electoral absurdamente montada. Por eso han ido a por él, han ido a por ellos, y los han fulminado una y otra vez en artículos, comentarios editoriales y hasta en mil chistes y caricaturas verdaderamente sangrantes. Ha sido excesivo, pero la ceguera de Fraga (que espero haya sido momentánea) no ha sabido ver cómo se le venían encima los cien mil ataques que le iban a pulverizar.De verdad que lamento el papel de Fraga en estas elecciones. No se lo merece, aunque se lo haya merecido, y valga el contrasentido. Es preciso que las aguas vuelvan a sus cauces, y que un valor, como Fraga sea recuperado para el bien de España, que no está sobrada de hombres tan bien dotados, tan honestos y tan enteros.
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