La subida de quince pesetas quedará enjugada en otra nueva

En la mañana de ayer, el gobernador civil de Madrid, Juan José Rosón, se entrevistó con los dirigentes patronales y de los autopatronos de taxis de Madrid, para dialogar acerca de la reciente subida de tarifas. El aumento de quince pesetas en el precio de la bajada de bandera quedará enjugado en las subidas que se derivarán de los nuevos precios que lleguen a convenirse, al cabo de las conversaciones trilaterales que se siguen.Según informaron a EL PAIS fuentes de los autopatronos taxistas, durante el día de ayer no se apreciaron entre los usuarios madrileños síntomas de retracción a tomar este transporte público, si bien se apreciaron las oscilaciones propias de los lunes.

Con relación a las negociaciones y pese a que no se han concretado porcentajes netos de subida, se realizaron dos proyectos de incremento de tarifas. En líneas generales, y siempre según testimonios de los autopatronos, los empresarios solicitaban subidas en las tarifas globales y se llegaba a postular la desaparición de los suplementos. Contrariamente, los autopatronos se inclinaban por subidas moderadas en el precio del kilómetro recorrido, incrementos escasos en la bajada de bandera y en la hora de parada, para concentrar sus peticiones de subida en los suplementos por transporte de maletas, entrada en recintos de viajes, estaciones de ferrocarril y cuestiones similares.

A lo largo de la tarde de ayer se desmintieron los rumores según los cuales se establecía que la subida de quince pesetas había sido recibida con frialdad por los operarios del taxi. Los dirigentes del sector manifestaron que en otras capitales se aceptó de lleno la medida, al tiempo que señalaban que ya se cobraba en otras ciudades