Setecientos mil madrileños, sin luz durante la mañana del sábado
Entre las seis y las doce de la mañana de ayer sábado se produjeron en Madrid y pueblos de los alrededores siete explosiones, que afectaron a otras tantas torres y navetas de conducción eléctrica. Los atentados, que no produjeron daños a personas, causaron numerosos cortes de energía en industrias, Metro y ferrocarril durante cuatro horas. A las 12.55 de la tarde un teletipo de Europa informaba que las líneas eléctricas habían sido completamente reparadas.
Según informó ayer Unión Nacional Eléctrica (UNESA) a EL PAIS, alrededor de las cinco y cuarto de la manana se apreciaron perturbaciones en el suministro. de energia en las zonas colindantes de Madrid corno consecuencia de las explosiones producidas en siete torres y naves de conducción eléctrica. Las líneas afectadas en principio fueron las de San Sebastián de los Reyes a Morata, 380 kilovatios; Retamar a Villaverde y Coslada, 230 kilovatios; Villaviciosa de Odón-Norte, hacia Pozuelo, 220 kilovatios; Tordesillas- Moraleja, 380; Majadahonda - Ventas - Alcoreón, 132; Aceca-Loeches, 220, y Mudarra-San Sebastián de los Reyes, hacia Villalba, 380 kilovatios. Posteriormente se supo que se habían hallado otros explosivos en tendidos eléctricos, pero no habían hecho explosión, tras un minucioso reconocimiento de los servicios de mantenimiento de las centrales eléctricas.Según la nota oficial facilitada por el Gobierno Civil de Madrid, poco después de las últimas explosiones, las cargas habían sido colocadas estratégicamente en las líneas de Collado Villalba, Húmera, Alcorcón, Getafe-Villaverde y Arganda. Esta forma de actuación hace suponer al Gobierno Civil que los autores de los atentados son expertos profesionales. Sin embargo, el mismo organismo informó que, dado que las gestiones se llevaban directamente por la policía y Guardia Civil, no era posible aún especificar el tipo de explosivo utilizado, ni en qué grado se encontraban las pesquisas policiales.
«Conocidos los atentados desde muy primeras horas de la mañana, informa la nota del Gobierno Civil, el gobernador civil de Madrid se reunió con los responsables del orden público y con el delegado provincial del Ministerio de Industria, para estudiar las medidas correctoras que habrían de aplicarse con carácter urgente. Inmediatamente después se celebró una nueva reunión, a la que se sumaron representantes de las compañías eléctricas para establecer sistemas complementarios de seguridad que eviten este tipo de acciones terroristas.»
Las subestaciones distribuidoras de electricidad reciben varias líneas, por lo que, según informó UNESA, se desvió electricidad de unas a otras para suplir las deficiencias causadas por las explosiones.
«Ningún acto de esta naturaleza entorpecerá el normal desarrollo de los procesos políticos, y frente a ellos, junto a la deseable respuesta serena de la población, se montará una acción inflexible de los servicios de seguridad, en persecución de los autores», finalizaba la nota del Gobierno Civil.
La tercera parte de Madrid, sin luz
Alrededor de una tercera parte de la capital y 700.000 personas en total se vieron afectadas, ayer durante unas horas por los cortes en el suministro d e energía, a consecuencia de las explosiones, que comenzaron a las cinco y cuarto de la mañana en la subestación de la compañía Iberduero en el paseo de Extremadura, que abastece de energía a una tercera parte de la ciudad. El servicio principal a Madrid quedó cortado varias horas y se fue reparando poco a poco. A las seis de la mañana estaban sin luz Carabanchel, Cibeles y Villaverde.Desde esa hora, y con breves intervalos, se registraron explosiones en un poste de la carretera de Villalba a La Navata, en una torreta metálica de la línea que va desde la subestación de Morata de Tajuña hasta San Sebastián de los Reyes, a la altura del kilómetro 31,700 de la radial tres, término de Arganda. Esta explosión afectó a dos vehículos que transitaban cerca de allí en aquel momento y cortó la línea telegráfica Madrid-Valencia. Poco después, dos torretas con base de cemento quedaron ladeadas tras una explosión en la carretera de Somosaguas y amenazaban con caerse, pero el servicio que prestaban no llegó a suspenderse. A las doce del mediodía explosionó un artefacto de relojería en un poste de la luz, a la altura del kilómetro siete de la carretera de Carabanchel a Aravaca, la explosión partió el cable y causó desperfectos en la conducción de energía. A un kilómetro y medio de Villalba, en el camino de Moralzarzal, se encontró un artefacto al pie de un poste de alta tensión de Iberduero, a la que se pidió que suspendiera el suministro.
Industrias afectadas
Puestos al habla con los Ayuntamientos de pueblos del sur y oeste de Madrid, se informó a EL PAIS que en Getafe el suministro quedó cortado completamente entre cinco y media y once de la mañana. Móstoles, en las mismas horas, se quedó sin el suministro de Iberduero, que abastece a las tres cuartas partes del pueblo y numerosas industrias. En Alcorcón, también en las mismas horas, se cortó el servicio de Renfe. En Leganés, sin suministro en el pueblo. Por lo que se refiere al servicio de Metro, la línea quinta, Aluche- Pirámides, quedó interrumpida entre seis y cinco y ocho y veinte de la mañana. Entre seis y cinco y nueve y veinticinco quedaron cortados los servicios entre Aluche y Plaza de España (suburbano), y el nuevo servicio de Renfe.Las industrias del suroeste sufrieron cortes de energía eléctrica, aunque el problema mayor ha sido para las panificadoras, que, en esos momentos, procedían a la elaboración del pan. Los pueblos y zonas más afectados han sido Getafe, Aluche, Carabanchel, Alcorcón, Cuatro Vientos, Casa de Campo, La Elipa, Campamento, Parla y Leganés. Todas estas zonas están servidas por tres compañías afectadas, Iberduero, Hidroeléctrica y Unión Eléctrica.
Diversas clínicas y hospitales de la ciudad se vieron afectados por los cortes de energía durante la madrugada, aunque en general no se produjeron colapsos ni proble mas graves. La Ciudad Sanitaria La Paz no se vio afectada, pero la clínica Francisco Franco quedó sin energía durante algunos minutos, aunque ello no repercutió en el normal desenvolvimiento de la actividad hospitalaria.
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