El puño del padre Llanos, en América latina
Menuda faena nos va a hacer la foto del padre Llanos con el puño en alto a los jesuitas que, sin ser comunistas ni asistir a mítines políticos, trabajamos en el Tercer Mundo por un cambio radical de las estructuras en favor de la clase obrera, los campesinos y los marginados. Pienso sobre todo en América latina, donde los jesuitas estamos siendo perseguidos, según dicen los perseguidores, por comunistas: una justificación inválida además de falsa.Hace cinco días llegaron a Barajas con lo puesto dos jesuitas españoles, ni comunistas ni políticos, expulsados «por subversivos» de un país de Centroamérica, donde hace dos meses y pico otro hermano en religión del padre Llanos habla sido asesinado precisamente «por comunista». En Brasil un jesuita más murió por el Evangelio bajo la misma falsa acusación. De Paraguay expulsó el dictador local a un grupo de jesuitas, que se habían identificado con los campesinos más oprimidos, siempre con el mismo pretexto.
Estoy cierto, señor director, que esta foto de EL PAIS va a dar la vuelta al continente americano y va a aparecer en sus periódicos reaccionarios, que son la mayoría, como prueba irrefutable del eslogan, propagado por las oligarquías fascistas, de que los jesuitas, especialmente los españoles, son, aunque digan predicar la justicia del Evangelio, peligrosos elementos subversivos, miembros del comunismo internacional, etcétera.
Creo que la actitud del padre Llanos refleja objetivamente el aspecto menos revolucionario del eurocomunismo: su falta de solidaridad internacional y su escandalosa despreocupación por los países proletarios y sus mayorías, que constituyen la mayor parte de la Humanidad.
No dudo de la buena intención de este veterano luchador del Pozo del Tío Raimundo. Pero a ver si alguien del europartido le dice que con buenas intenciones no se cambian las estructuras.
S. J. Vicerrector de la Universidad Católica de El Salvador.
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