Deberá autorizarse, la suelta de vaquillas tras las novilladas

El reglamentismo ha dejado a la empresa de San Sebastián de los Reyes sin un espléndido recurso que utilizó para hacer taquilla y afición: le han prohibido soltar vaquillas, al término de las novilladas, para que las toree quien quiera.Las mejores entradas de toda la historia de la plaza se habían producido en la presente temporada, con una fórmula lícita, que consistía en combinar un cartel de toreros con interés específico; novillos de casta, serios y bien criados; localidades gratuitas para los niños que acudieron a la plaza acompañados de sus mayores, y tres vaquillas, al concluir el festejo. para diversión del público.

En un par de semanas. la empresa -mejor podríamos decir Juan Manuel Moreno, que forma parte de la misma y aporta ideas e 'Ilusiones de aficionado cabal consiguió lo que parecía inimaginable: en las vísperas de las novilladas. casi de madrugada. ya había colas en las taquillas, al caer la tarde, concluida la jornada escolar. numerosos niños jugaban al toro en los aledaños de la plaza.

Las disposiciones ofíciales incluimos aquí los reglamentos y naturalmente. con ellos. el taurino, tienen un estudio previo en profundidad -se supone- y cuando se publican es para que los cumplan a rajatabla aquellos a quienes obliga.

y no debe hacerse salvedad tampoco en este caso de las vaquillas , cuya suelta , al modo en que se hacía se hacía en San Sebastián de los Reyes, está prohibida taxativamente. Pero lo que asombra es que tal prohibición, muy discutible y que debería revisarse con urgencia, se lleve a rajatabla, sin que la autoridad tenga en cuenta los beneficios que aportaría a la fiesta si abriera un, poco la mano (y sin que, por ello. haya perjuicio para nadie). mientras que otros artículos del reglamento taurino no se cumplen. unas veces como excepción y otros como normal general, con frecuencia por unos criterios interpretativos curiosos., cuando. a lo mejor. en estos casos sí hay perjuicios, quizá a los aficionados, quizá a la fiesta misma. Podríamos aportar aquí una casuística amplia, sin remontarnos más allá que a la feria de San Isidro. cuya primera parte concluyó el domingo.

La experiencia de San Sebastián de los Reyes obliga a una revisión de lo reglamentado en materia de vaquillas para diversión del público y creemos que aconseja. mientras esa revisión se produce a estudiar mejor el caso. por si se pudiera dar autorización a la plaza para que reemprenda ese fin de fiesta de tan buenos resultados. y a todas en general para que puedan hacer suya la idea. Si el espectáculo taurino no tiene apoyo de ningún tipo. que por lo menos nadie impida su autopromoción.