Nueva polémica en el Movimiento Comunista Internional

La reunión de delegados de 75 partidos comunistas del Este y del Oeste,junto con representantes del Tercer Mundo, celebrada en Praga del 27 al 29 del pasado mes de abril, se ha convertido en ocasión de una polémica latente en el movimiento comunista internacional. El diario yugoslavo Politika atribuye a Moscú el propósito de servirse de esta reunión para realizar una «prueba general de una reunión comunista a nivel mundial con el fin de dejar sin efecto las conáusiones adoptadas en la conferencia de partidos comunistas europeos, celebrada en Berlín, en el pasado verano».Yugoslavia, que no envió a esta reunión de Praga ningún delegado, constata el que otros partidos comunistas estuvieron solamente representados por funcionarios de segundo rango, en lugar de secretarios de comité central.

El periódico del PC italiano L'Unita se refiere también a esta reunión convocada por la revista internacional Problemas de la Paz y el Socialismo y dice que la conferencia debe quedar en una «asamblea de colaboradores», para el análisis de la línea informativa de esta publicación. El mismo periódico ha comentado que el secretario del comité central del PC soviético, Ponomarev, pretendió en Praga forzar al sector «eurocomunista» a que aceptase la propuesta de elaborar un comunicado final en el que, en parte, quedaría rectificada la postura «complaciente» de Brejnev en la cumbre de Berlín.

Según parece, la convocatoria de la reunión de Praga produjo cierta tensión interna dentro del bloque eurocomunista en cuanto a la valoración de esta reunión. Un representante del PC español en Praga, colaborador de la citada revista internacional, desmintió a EL PAIS el que se tratase de una nueva conferencia de partidos comunistas y, tras insistir en que tan solo era una «reunión de trabajo» de la publicación, anticipó que estaría presente en las sesiones un miembro del comité central del PCE a título de colaborador de la revista.