Felipe González denuncia la confusión organizada por el Poder

(Viene de la primera página.)Finalmente, habló Felipe González, quien comenzó diciendo que la libertad no es una palabra hueca. «No habrá libertad hasta que el pueblo decida cuántos y cuáles son los partidos; todos deben ser legalizados, y no habrá libertad hasta que esto sea una realidad. Queremos que la libertad que se respira en este campo sea la de todos los hombres y todos los pueblos de España.»

Afirmó después que el proceso español hacia la libertad está resultando más difícil que el de otros países de Europa occidental, porque «tenemos que convivir con los que se llaman populares, y lo único que han hecho es reprimir al pueblo» -el público prorrumpió en gritos de Fraga, el pueblo no te traga- «Fraga -continuó Felipe González- es, según sus seguidores, un hombre de Estado; pero olvidan añadir que es un hombre de Estado de excepción. »

«Y lo malo -prosiguió- es que hay otros hombres que, sin ser de Estado de excepción, lo son de la confusión: la carrera de estos días por el sillón ministerial ha sido lamentable. La izquierda tiene que denunciar este juego, y tiene que denunciar también a las fuerzas reaccionarias, como son las de Alianza Popular. »

Seguidamente anunció que «vamos a ser intransigentes contra cualquier manipulación, contra toda agresión fascista; combatiremos por una Constitución democrática, y para que el primero de mayo pueda celebrarse sin represión». Achacó la responsabilidad de la represión a los que, desde los Ministerios, dan órdenes para que se actúe contra el pueblo y no se le permita ejercer pacíficamente la libertad; y terminó pronunciando el slogan fundamental del PSOE: «Socialismo es libertad».

Durante toda la tarde y las primeras horas de la noche fue incesante el paso de personas por el estadio, y la formación de largas colas para tener acceso al mismo. En una ocasión, la puerta de la única entrada habilitada llegó a saltar. Resultó muy visible la presencia de grupos de extrema izquierda, con sus respectivas banderas. Ondearon asimismo banderas republicanas, y se escucharon algunos gritos contra la Monarquia y otros hostiles al PSOE, aunque de forma aislada. El servicio de orden de este partido llegó a detectar la presidencia de grupos de provocadores en algunos momentos.

En el exterior del estadio, y también en su interior, había decenas de grupos que realizaban colectas para los despedidos de numerosas empresas, vendían periódicos de sus organizaciones. La aglomeración de personas llegó a desbordar, en ciertos momentos, al servicio de orden.

Durante el mitin -cuyo contenido político es menos resaltable que la masiva asistencia- estuvieron en la tribuna, junto a los candidatos y los. líderes socialistas, José María de Areilza -quien cruzó efusivos saludos con Mitterrand, de quien es viejo conocido- y la cantante Massiel. También estuvo presente el dirigente socialista catalán Joan Raventós, cuyo grito de Visca Catalunya fue coreado por numerosos sectores.