Finaliza la "era Brandt" en Berlín occidental

Con la retirada de Klaus Schuet de la alcaldía berlinesa occidental y el nombramiento de Dietrich Stobbe como sucesor suyo queda clausurada la «era Brandt» al frente de los destinos de los sectores occidentales de la antigua capital del Reich. Hasta el momento se ha desconsiderado la petición demo cristiana sobre unas nuevas elecciones y la presentación de Harry Ristock, exponente de la izquierda socialdemócrata, para ocupar la jefatura del Gobierno local. Se da por seguro que será el representante del ala derechista dentro de este partido, Stobbe, quien reúna más votos de su partido. Klau Schuetz no ha contado durante sus diez años de alcalde-gobernador con el clima internacional que hizo de Brandt una figura universal. En cambio, su mandato ha ido marca, do por factores que no supo «asimilar» políticamente: el asesinato del juez Drenkmann y el secuestro de su competidor Peter Lorenz, líder de la Democracia Cristiana de la ciudad.

Descrédito popular

A pesar de haber ocupado la al caldía berlinesa por más tiempo que sus predecesores, su gestión no ha sido brillante. Como su antecesor, el pastor Heinrich Albertz, ha tenido también que dimitir para salvar a su partido de! descrédito popu ar. Sin embargo, Albertz abandonó la presidencia del Gobierno local por una. razón ética: la muerte del estudiante Benno Ohnesorg a manos de la policía, durante una manifestación coritra la presencia del sha de Persia, en Berlín, el 2 de junio de 1967. Esta vez el inotivo es muy distinto: un nuevo escándalo económico protagonizado por el senador Neubauer, inmediato colaborador de Schuetz.El clima marcado por los escándalos financieros a cargo de altos funcionarios de la social de mocracia empieza a resultar peligroso a algunos democristianos, que temen una «desestabilización» de la República Federal si la socialdemocracia se orientase hacia la izquierda como medio de recuperar su antigua imagen. En este sentido, Walter Leisler, ministro de Finanzas de Baja Sajonia y «promesa» de un futuro Gobierno democristiano, ha recomendado a su partido abandonar cualquier espíritu de revancha contra la so cialdemocracia, «uno de los pilares más decisivos de la RFA».