Dimite el socialdemócrata Schuetz alcalde-gobernador de Berlín Occidental
El alcalde-gobernador de berlín occidental, Klaus Schuetz, ha presentado ayer la dimisión de su cargo. Esta, sin embargo, no será efectiva hasta la designación de su sucesor, que podría ser el senador encargado de la construcción, Ristock, exponente de las tendencias izquierdistas dentro del partido socialdemócrata. El alcalde dimisionario había perdido la confianza de su propio partido y su gestión se ha visto envuelta por acusaciones de irregularidades financieras.
Esta dimisión añade un nuevo problema a los socialdemócratas alemanes, cuando aún no han superado la tormenta de los «jusos», ni el eco de los escándalos financieros ocurridos en Hessen.Si la socialdemocracia perdiese ahora el gobierno de Berlín Oeste, como consecuencia de la reorganización del Senado de la ciudad, obligada tras la dimisión del «ministro del Interior» berlinés, Neubauer, el SPD se volvería impotente respecto a la Democracia Cristiana. Con la dimisión del alcalde-gobernador, Klaus Schuetz, los destinos de la ciudad-Estado pueden pasar a manos de su rival, el líder democristiano Lorenz, si es que los socialdemócratas se resignan a disolver el Parlamento, como quiere aquél.
La impopularidad del actual alcalde-gobernador se hizo sentir ya a raíz de las elecciones de 1971. Desde este año, hasta las últimas, celebradas en marzo de 1975, los socialdemócratas han perdido seis escaños en la Dieta local, y la mayoría absoluta en esta Cámara. Sólo gracias a la alianza con los liberales, que cuentan con once puestos, les ha sido posible a los socialdemócratas conservar en sus manos el gobierno de la ciudad.
En las elecciones de 1971, la Democracia Cristiana conquistó catorce nuevos escaños, lo que la sitúa de desde entonces en uno más que los socialdemócratas. El desprestigio de Schuetz era tal al convocarse las últimas elecciones, que un sector de su partido lanzó a la calle una invitación sarcástica: «Votad a Schuetz: no dejéis sin trabajo a un pobre inválido.» Al dimitir el senador encargado del Interior, Neubauer, el alcalde-gobernador, al que se ve como «ignorante culpable» de la conducta de su «ministro», no ha tenido inconveniente en alabar la gestión del dimitido. Este debe responder aún sobre qué ocurrió con los intereses bancarios de los fondos municipales durante cuatro años. Estos fondos se hallaban depositados en un banco en el que Neubauer es consejero.
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