Desconfianza y falta de orientación
Si hay un denominador común que resalta de la semana bursátil que acaba de finalizar, éste es la desorientación y la falta de lógica en que se han movido los índices durante las cuatro sesiones de la semana.La legalización del Partido Comunista, la dimisión del ministro de Marina, almirante Pita da Veiga, y los intensos rumores que han circulado durante toda la semana han sido los auténticos causantes de esta falta de orientación en que se ha movido el dinero en Bolsa.
Durante la semana se ha alcanzado el mínimo del año y en ningún momento se ha notado la más mínima rectificación en su andadura posterior al descanso de la Semana Santa.
Hay quien señala que la crisis bursátil está motivada por una campaña de ventas de los bancos, aunque esto lo desmiente el hecho del incremento de la cartera de valores industriales que las entidades bancarias han mostrado a través de sus balances de fin de año, con ocasión de las numerosas juntas generales celebradas.
Tampoco es de olvidar la ya casi secular crisis económica en que se encuentra nuestro país y los eleva dos porcentajes del coste de la vida para el mes de enero.
En cualquier caso, la caída de la Bolsa viene motivada por una serie de razones encadenadas que en opinión de los analistas no parece tener solución hasta que se clarifique la situación económica y política que en la actualidad no está en absoluto definida.
La masiva entrada en el mercado bursátil de papel como forma de engrosar los cada día menores ingresos de los inversionistas; la falta de confianza de éstos al ver cómo pasan las semanas sin que se produzca la esperada reactivación tantas veces anunciada y propiciada por los estamentos gubernamentales, y el miedo a un proceso desestabilizador a nivel político, son algunas de las causas que influyen decididamente en el ánimo de las personas que deben confiar su dinero al juego bolsístico.
De cara a la semana que comenzará, y dentro de lo difícil que es hacer previsiones en este sentido, todo parece indicar que continuará la desconfianza y confusión ya señalada, aunque todo depende de cómo se muevan los signos externos de la vida política económica española. En cualquier caso, el anuncio de elecciones generales para el día 15 de junio puede que haya ayudado a una clarificación en este sentido y que el dinero -reaccione nuevamente para elevar el índice general a cotas más elevadas de las que actualmente se encuentra.
