Política regional y cuencas hidrográficas

En un suplemento dominical reciente se ocupaba EL PAIS del nacimiento y actividad de las Confederaciones Hidrográficas. Tras ellas se encuentra un concepto más amplio y de gran importancia para la planificación regional: la cuenca.

La cuenca hidrográfica constituye, junto con la comarca natural, el elemento básico de la planeación del uso de los recursos naturales. La tierra y el agua son conceptos integrados y complementarios cuya utilización óptima ha de plantearse conjuntamente porque ambos son escasos y se necesitan mutuamente en la función de producir alimentos y materias primas.

En cualquier documento, conferencia o programa político actual se reivindica indefectiblemente la urgente descentralización administrativa, pero en raras ocasiones se especifica otro ámbito territorial que el de la región o nacionalidad. Sin embargo, hay que poner en cuestión que el marco óptimo para tomar ciertas decisiones de planificación sea precisamente el regional.

El ejemplo mas claro de ello es el de los trasvases hidráulicos. Las decisiones que se refieren al Trasvase del Ebro no pueden tomarse, desde luego, en Madrid; pero tampoco es posible hacerlo en Barcelona o en Zaragoza, ya que no es un problema exclusivamente regional. Para resolver acerca de iniciativas como ésta hay que dar audiencia a los intereses multirregionales que son afectados. Frente a la arbitraria división provincial de la geografía española, la reivindicación regional es un avance indudable; pero esa alternativa puede ser completada en función de los elementos que se proyectan sobre cada demarcación territorial.

Por otra parte, la multiplicidad de órganos de la Administración con capacidad de decisión en el campo de la utilización de recursos naturales debe acabarse. Pero la concentración de decisiones que se propone ha de ser orgánica, que no territorial. Es decir, los recursos han de planificarse, desde un organismo, pero las decisiones a tomar se pueden localizar a nivel municipal, comarcal, regional, de cuenca hidrográfica o, en última instancia, de Estado.

Determinadas cuestiones, como las de la energía, las comunicaciones, el transporte, el agua o la tierra, exigen un esfuerzo de imaginación para señalar cuál es el nivel óptimo al que se debe llevar su descentralización. Mientras tanto, una idea como la de las Confederaciones Hidrográficas, dotadas de ' un carácter democrático y con representaciones tanto directas como de los poderes regionales, podría ser un punto de partida de análisis y debate sobre esta cuestión.