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Telefónica obtuvo unos beneficios de 12.867 millones

Los beneficios de la Telefónica en 1976 alcanzaron los 12.867 millones de pesetas, frente a los 10.800 millones del año anterior. Sigue ocupando el primer puesto del ranking empresarial español por este concepto, por delante incluso de la gran banca. Este beneficio permite un dividendo bruto del orden del 9%.

El crecimiento obtenido del 19,13% sobrepasa el aumento capital remunerable (16,6%), y tampoco está equilibrado con el aumento de las inversiones realizadas (0,5%), según se desprende de la Memoria -muy humildemente editada- que el consejo va a someter a la aprobación de la Junta General de Accionistas.El mayor esfuerzo inversor de esta compañía que por contrato tiene la explotación del servicio telefónico fue de 64.115 millones de pesetas, distribuidos principalmente en equipos de conmutación (20.007 millones), redes urbanas e interurbanas (20.316 millones), equipos de transmisión (6.619 millones), equipos de abonado, instalación de aparatos y otros (11.575 millones). Por otro lado, se retiraron instalaciones obsoletas por un valor de 5.701 millones de pesetas, con lo cual las adiciones en 1976 al valor del Inmovilizado Material fueron de 58.414 millones. Si a esta adición añadimos la regularización del Inmovilizado, llevada a cabo en el año por importe de 109.140 millones de pesetas, el valor acumulado de las instalaciones telefónicas se eleva a 534.639 millones de pesetas.

En el aspecto financiero hay que mencionar una cierta mejora al aumentar el porcentaje de los recursos propios dentro de las fuentes de financiación, al tiempo que se ha procedido a una revalorización del activo.

Con la memoria se envía a los accionistas un folleto que contiene una carta del presidente del Consejo de Administración, Tomás Allende y García-Baxter -ex ministro de Agricultura- donde se examina la estructura financiera de la Telefónica, se plantea el tema de la nacionalización y se aborda la verdadera rentabilidad de las acciones de la compañía.

Tomando como base unas series históricas, 1971-76, de balances, muestra una serie de ratios que permiten una visión sintética. El ratio financiación del Inmovilizado, que permite determinar la cobertura que los capitales permanentes realizan respecto del total Inmovilizado, se sitúa en 102,37 -según el documento de Telefónica- favorable en pura ortodoxia financiera.

El crecimiento de los recursos básicos, superior al volumen de las inversiones, como decíamos al principio, ha posibilitado la mejora del fondo de maniobra y del ratio de liquidez, que determina el equilibrio financiero a corto plazo.

Nacionalización

Para que el Estado pueda incautarse de la compañía hacen falta según el contrato firmado con él -dice el presidente-, dos condiciones imprescindibles: un preaviso de un año cuando menos y que la incautación fuese de la totalidad y no de una parte. Además, la valoración de las acciones se realizaría según el cambio medio que las mismas hubiesen alcanzado en la Bolsa de Madrid, durante los últimos cinco años naturales anteriores a la fecha de la notificación. Esto significaría actualmente una cotización cercana al 350%, aunque a lo largo de los últimos meses ha oscilado entre 110 y 130% y no parezca verosímil en adelante recuperar cotas muy superiores.En cuanto a la rentabilidad, si un inversor hubiera empezado su cartera el 1 de enero de 1971 comprando cincuenta acciones y acudiendo a las ampliaciones, su porcentaje en 1976 habría sido del 3,57% anual.

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