Pedrol: "El Gobierno no podía endosar esta decisión a la Justicia"

Ayer no se hizo pública ninguna sentencia de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo en relación con el expediente sobre legalización de partidos políticos. Se esperaba que en la mañana de ayer fuese hecha pública la sentencia sobre el Movimiento Comunista de España, pero a primera hora de la tarde se comunicó que quedaba aplazada la entrega de dicha sentencia hasta media mañana de hoy.

La expectación existente en tomo al tema de la legalización de partidos políticos ha desaparecido, una vez que la Sala Cuarta ha declarado su falta de jurisdicción en el tema de legalización de partidos políticos al hacerse públicas las resoluciones correspondientes a los Partidos Comunista y Carlista. Lógicamente, esa falta de competencia deberá extenderse a todos los demás partidos cuyos expedientes están pendientes de resolución en el ámbito judicial.En relación con este asunto, Antonio Pedrol, decano del Colegio de Abogados de Madrid y presidente del Consejo General de la Abogacía, ha hecho una declaraciones a Europa Press, en las que afirma que «recibimos como acertada y justa la decisión del Tribunal Supremo, devolviendo al Gobierno lo que nunca debió recibir de él». Según el señor Pedrol, la legalización de los partidos políticos «es una decisión política que el Gobierno no podía endosar a la Justicia».

«La actitud del Tribunal Supremo ha superado dignamente la prueba, demostrando ante la opinión nacional su independencia del ejecutivo, demostración extraordinariamente valiosa en este momento de grandes desorientaciones, donde conviene que los españoles podamos confirmar nuestra confianza en la justicia.»

En lo que se refiere a las consecuencias de la decisión adoptada por la Sala Cuarta sobre la legalización de los partidos, el decano del Colegio de Abogados de Madrid no prevé entre ellas «un enfrentamiento entre el Tribunal Supremo y el Gobierno. Corresponde ahora a éste aceptar, no digo ya con humildad, sino con naturalidad, la decisión de nuestro más alto tribunal y desplegar su imaginación para resolver públicamente una cuestión que nació política». Finalmente, el señor Pedrol considera como poco responsable «cualquier intento de hacer intervenir en este episodio contingente el prestigio de la Monarquía».