STV-ELA, desautorizada para utilizar sus siglas

Las centrales sindicales internacionales CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres) y CES (Confederación Europea de Sindicatos), por medio de requerimiento notarial, se han dirigido a Juan Beitia, líder de STV-ELA -organización conocida como el sindicato de los eladios- para solicitar se abstenga de emplear símbolos y relaciones sindicales sólo reconocidas a la «legítima» ELA-STV (Solidaridad de Trabajadores Vascos).

ELA-STV, de gran tradición sindicalista en Euzkadi, es una central con más de cuarenta años de vida. Aunque en su nacimiento tuviera puntos de contacto con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) -del que se le consideró por muchos años correa de transmisión, posteriormente, ya en la posguerra, adoptó una línea de total independencia en busca de un socialismo vasco de tipo humanista.Precisamente en esta etapa de evolución, mediada la década de los sesenta, se produce en el seno del sindicato la escisión de un grupo de militantes que pasarían a llamarse ELA-BERRI (ELA «nueva»), siendo conocidos sus integrantes como «eladios». Por la personalidad de sus principales dirigentes y el carácter de sus acciones y sus relaciones con los pequeños y medianos eni resarios de algunas zonas, ELA-BERRI es criticada en sectores como practicante de «sindicalismo amarillo».

Desde la fecha de su escisión STV-ELA ha utilizado con toda normalidad las siglas de la legítima ELA-STV, que con ocasión del congreso de Eibar. decidió enviar a los dirigentes de «los eladios» un escrito rogándoles se abstuvieran de usurpar unas siglas propiedad de otra central vasca reconocida internacionalmente. Incluso la CMT (Confederación Mundial de Trabajadores) insistiría posteriormente con la misma recomendación, aún hoy desoída por STV-ELA, «versión Lejona», localidad bilbaína donde el pasado verano celebraron su Congreso.

Paralelamente al anuncio del requerimiento notarial antes citado, la central afectada, STV-ELA («eladios»), acaba de hacer público un comunicado en el que critica la actitud de las centrales sindicales internacionales que apóyan a la legítima ELA-STV, a cuyos miembros considera «un equipo de burócratas que, utilizando nuestras propias siglas, tratan de confundir a la clase trabajadora vasca». Los «eladios», en su escrito, opinan que deben ser los propios trabajadores los que han de decidir la autenticidad y pl reconocimiento democrático de una organización sindical.