Cotonificio no forzó al Estudiantes

Estudiantes necesitó diez minutos para encarrilar el partido frente al Cotonificio. Los aciertos de Gregg en este tiempo pusieron a los madrileños a diez puntos del rival, cifra que se mantendría prácticamente durante todo el encuentro. A partir del 33-23 el juego se convirtió en una burocracia anotadora, que no en una exhibición de fuerza y calidad. Precisó Estudiantes la entrada de J. L. Sagi-Vela para ensayar el contraataque. Hasta entonces, los colegiales, sin jugadas, habían basado todo su baloncesto en el poderío de Gregg, que, en la primera mitad, superó a Willet en todos los terrenos.Cotonificio acortó distancias en el comienzo de la segunda mitad. El pressing ordenado por Alto dio frutos de tres balones. Cotonificio bajó a ocho puntos. Mantener el pressing fue un error considerable por la irregularidadd con que se efectuaba. Gil se encargó de surtir balones a un López y un Beltrán que casi siempre estuvieron a solas con la canasta de Cotonificio. Los catalanes, a pesar de todo, plantaron cara merced a Willet, que, en este período, sufrió veintisiete puntos en su cuenta particular. La defensa individual que Estudiantes hizo durante todo el encuentro falló en este tiempo. Y, especialmente, por parte de Gregg, que bajó de rendimiento de tal manera que su equipo se vio privado de la mitad de los rebotes conseguidos en ataque. Estudiantes, con todo, ganó a pulso e Inteligentemente el sexto puesto de la clasificación final de la Liga.