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El viaje real confirma y acentúa los compromisos de España con los países del mundo árabe

El final de la primera etapa del viaje a Oriente Medio de los Reyes de España -que hoy abandonarán Egipto y llegarán a Jordania- coincide con una acentuación del comproniso español con la causa árabe, que hoy puede incrementarse en la entrevista que celebrará don Juan Carlos con el secretario general de la Liga Arabe, Mahmoud Riad

Aunque en el terreno de las palabras España no ha asumido mayores obligaciones de las que viene manteniendo respecto a los países árabes, el propio significado. político de la visita real y algunos de los acuerdos en gestación -sin excluir la venta de armas españolas a Egipto- denotan un grado mayor y, según algunos observadores, peligroso de identificación de nuestro país con la causa árabe.Laentrevista de don Juan Carlos con Yasser Arafat, insistentemente desmentida a nivel oficial, pero que en algunos medios no se descarta que todavía se celebre -en Egipto o en Jordania-, marcaría un paso definitivo que debería, ser previamente muy calculado.

La alusión que se permitió hacer ayer el presidente Sadat, durante la. conferencia de prensa con los periodistas españoles que cubríamos la información del viaje real, sobre la comunidad de sangre entre los países árabes y España lleva consigo conclusiones peligrosas que no tienen por qué ser asumidas por España; pero que si no se puntualizan a nivel diplomático van creando un ambiente propicio para que los acontecimientos se deslicen en la línea indicada.

El presidente Sadat -cuya conferencia duró 33 minutos (estaban previstos tres cuartos de hora) y estuvo pésimamente traducida- contestaba un informador español sobre las posibles reacciones árabes si nuestro país reconoce a Israel dentro de la política de la Monarquia de reconocimiento de todos los países y de la propia. praxis general europea.

Sadat estimó, con cierta vehemencia en su voz, normalmente pausada, que ello significaría un fracaso de las relaciones hispano-árabes, «porque nuestra sangre es una». El argumento, no demasiado racional, se complementa con la información que el propio Sadat confirmó, de que durante las conversaciones con don Juan Carlos se ha acordado la venta de armas españolas a Egipto, tema sobre el que manifestó que no podía hacer más precisiones.

Cuando ayer, el enviado especial de EL PAIS preguntó a Sadat por las esperanzas que puede abrigar el pueblo egipcio sobre la elevación de su evidente bajo nivel de vida y el establecimiento de la plena libertad política, el presidente egipcio se limitó a contestar, en parte, al primer punto de la pregunta, manifestando que desde 1974 exite un plan de reconstrucción cuyos campos principales son los sectores de la alimentación y la construcción, así como que existe una base industrial que, con la ayuda de la tecnología de los países amigos, se potenciará. Ni una palabra para las libertades políticas.

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Por lo demás, la conferencia de prensa no aportó demasiadas novedádes. Anuar el Sadat confirmó su próxima visita a España, invitado «por el rey Carlos», como se llama aquí a don Juan Carlos; insistió en considerar a 1977 como el año de la paz, centrando sus esperanzas en la conferencia de Ginebra, a la que Palestina debe asistir, junto a Siria, Jordania Egipto y Líbano, en absoluto pie de igualdad, y atacó duramente a Libia y a la política del coronel Gadhafi, a quien acusó de sabotaje y de pretender dividir a los árabes.

El tema israelí sensibilizó especialmente al presidente egipcio, quien aludió a la resolución 242 de la ONU -condenatoria para Israel por la ocupación de territorios- y a la necesidad de que Palestina exista como Estado independiente,- asentado sobre el territorios de la Cisjordania y de la zona de Gaza. Sobre las recientes opiniones del presidente Carter en favor de una patria para Palestina, Sadat las estimó no suficientemente claras, y declaró que en su visita a Estados Unidos, el próximo mes, discutirá con el presidente norteamericano sobre el problema palestino.

Por lo que se refiere al programa de los Reyes de España, ayer, como el lunes, fue prácticamente de descanso a nivel informativo, exceptuando la audiencia concedida ayer tarde por don Juan Carlos a los jefes de misión hispanoamericanos y la cena oficial ofrecida por los Monarcas españoles al presidente egipcio y señora de Sadat,_en la que ambos jefes de Estado pronunciaron sendos brindis exaltando la amistad hispano-egipcia.

Hoy, además de la visita histórica que el Rey realizará a la Liga Arabe, en donde se entrevistará con el secretario general, Mahmoud Riad -cuyos puntos de vista ya ofrecimos en el número de ayer-, el señor Oreja se entrevistará con el jefe del departamento político de la OLP, Faruk Kadumi. ¿Se concertará finalmente la entrevista Juan Carlos-Arafat? ¿Se ofrecerán las razones que la desaconsejan?

A las tres de la tarde -dos, hora española- partirán los Reyes del aeropuerto de El Cairo con destino Amman, en un avión en el que trasladarán al sobrante de la expedición periodística, unos quince informadores que no pudieron obtener plaza en el vuelo que media hora antes saldrá hacia Jordania.

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