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Un homosexual, apuñalado en su domicilio de Lavapiés

Un hombre de 43 años, José Martínez de Saz, murió apuñalado el pasado domingo por la noche cuando se encontraba en su domicilio de la calle Amparo, 62, junto a la plaza de Lavapiés. El autor de las heridas, al parecer dadas en cuello y espalda, cuando huía fue visto por tres vecinos de la finca.En fuentes policiales no se descarta que el asesinato se haya podido producir por motivaciones sentimentales, ya que el fallecido tenía una ficha como homosexual en una comisaría madrileña.

Según uno de los testigos, Tomás Muñoz, de veintinueve años, el crimen ocurrió sobre las diez y cuarto de la noche. «Iba a empezar la película en la televisión cuando escuchamos un ruido como de platos rotos. Cuando escuché el estruendo que armaban, bajé y le di una patada a la puerta para que se callaran.» Según la versión del vecino «mientras bajaba también escuché algunos gritos como de petición de socorro, pero no hice mucho caso. Sobre todo cuando, al dirigirme a la llave de la luz, se abrió la puerta del vecino muerto y sacó la cabeza un hombre que no había visto nunca. Como me dijo que no me preocupara, que José estaba borracho, yo regresé a casa».

Sin embargo, y según relató este testigo a la Policía, media hora después «acababa de encender la luz de la escalera cuando oí correr por el otro lado de la galería en dirección a la escalera».

Fue en el momento que se encontraba en el portal, cuando un hombre que, al parecer, llevaba las manos ensangrentadas o que iba herido en un brazo le empujó, manchándole de sangre la manga de la camisa, al tiempo que gritaba, según el relato de otros inquilinos, «rápido, un médico».

Ante la posibilidad de que José Martínez estuviera herido de gravedad, ya que «estaba quieto, apoyado sobre la mesa y no se movía», según vieron algunos vecinos a través de la puerta entreabierta, dejada así por el asesino, el portero de la finca llamó a la policía.

Según el resto de las versiones obtenidas, el fallecido fue visto por última vez sobre las nueve y cuarto de la noche, hora en que acompañado del supuesto asesino fue a comprar un pollo asado a uno de los bares situados en Atocha.

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