La CEE pretende adaptar el acuerdo comercial con España en dos etapas

Un documento confidencial sobre las relaciones España-CEE, «filtrado» a la prensa a rinales de semana en Bruselas, da cuenta de las tres hipótesis que se barajan para la adaptación del acuerdo comercial preferente España-CEE, de los «seis», en vigor desde octubre de 1970, a la actual CEE de los «nueve».

El documento no aporta grandes novedades, está lejos de ser, un proyecto de mandato, y se limita a exponer tesis. Es interesante destacar que, en su hipótesis de «adaptapión en dos etapas» (adaptación técnico-jurídica antes del 1 de julio, y adaptación económica entre julio y diciembre) se reconoce oficialmente el factor político: «Esta adaptación supondría la posibilidad de esperar una clarificación de la situación en España», dice el documento de la CEE.¿Qué ocurrirá si España rechaza, como deja entender actualmente Madrid, la idea de adaptación en dos fases? Los juristas comunitarios, analizaron el viernes la posibilidad, de una adaptación interna, puesto que, el problema es, ante todo, comunitario.

La idea de una adaptación en dos etapas se definirla como sigue, según el documento comunitario:

1. En el curso de una primera fase (de aquí al 30 de junio de 1977) la Comunidad negociarla con España una simple adaptación técnica del acuerdo de 1970, asegurando, por una parte, la aplicación integra por los huevos Estados miembros del régimen común aplicable respecto a España; por otra parte, la aplicación por España, respecto a los nuevos Estados miembros, de las concesiones previstas en el acuerdo de 1970 en favor de la Comunidad, particularmente en el sector industrial.

2. La negociación de la primera fase -siempre según el documento de trabajo- estaría condicionada por un compromiso por ambas partes (España y la CEE) de negociar y concluir entre el verano de 1977 y antes de fin de año, una segunda fase que aportaría a la negociación con España un «acuerdo de sustancia» destinado a entrar en vigor el 1 de enero de 1978 y que tendría en cuenta un «reequilibrio » del acuerdo de 1970.

Como argumentos cifrados de la segunda etapa, la de adaptación económica, se avanzan, por el momento, la lista británica de productos agrícolas españoles para los que Londres quiere ventajas suplementarias (agrios, tomates, uvas de mesa, conservas de sardinas, conservas de tomates segmentos de mandarinas ensaladas de frutas, pepinos, patata temprana y jerez).

El documento comunitario adelanta que la contrapartida industrial que España podría ofrecer -clave de toda la negociación- debería permitir una rebaja tarifaria española, a favor de los productos industriales CEE, de hasta el.60%, contra el 25% de promedio que España concede en la actualidad, en aplicación del acuerdo de 1970. La incidencia tarifaria media para las aduanas industriales españolas podría elevarse entre el 33% y el 39%, a favor de los productos made in CEE.

La ventaja política de las «dos» etapas para los comunitarios se fundaría en que la segunda sería ,negociada con un Gobierno español, de extracción democrática, con una óptica seria de adhesión de España al Mercado Común y como primera concesión económica de los «nueve» a la nueva democracia española que saldrá de las elecciones generales del 5 de mayo.