Denuncia por incompatibilidad del aparejador municipal
Varios vecinos de Rascafría han acusado al Ayuntamiento de ser demasiado «permisivo» con uno de sus concejales, constructor al mismo tiempo, y que el arquitecto y aparejador de la obra ocupen cargos similares en el mismo Ayuntamiento y en los servicios de inspección del Area Metropolitana.
El concejal Antonio Batolomé es el promotor, del conjunto residencial Peñalara, formado por cuarenta viviendas. Los bloques se están construyendo en terrenos totalmente libres, sin edificaciones que lo limiten, lo que permite que las calles que se originen sean anchas. Aun así, el proyecto aprobado en marzo del pasado año limita a cinco metros la anchura de una de las calles, y a medio metro sus aceras. Otra calle, también creada por ,esta urbanización, tiene seis y un metro, respectivamente.Los denunciantes estiman que, al margen de que las ordenanzas del pueblo permitan estas medidas o no, lo que no han podido comprobar un concejal debía haber si do el primero en acometer un trazado urbanístico desahogado y que no pueda plantear problemas d congestión a medio o largo plazo.
Pero la denuncia expone también un problema de posibles incompatibilidades. El arquitecto técnico de la obra es José Antonio Merayo, aparejador municipal, y el arquitecto jefe es Luis Alvarez, funcionario del departamento de inspección del Area Metropolitana, uno de los encargados justamente de estudiar las reclamaciones que personas de cualquier localidad puedan formular a este organismo.
Se da el caso de que los vecinos enviaron un escrito al Ayuntamiento pidiendo da tos sobre la posible irregularidad de algunos aspectos de la construcción (ancho de la acera, elevación del nivel de la calle, desaparición de una acequia), y que fue el mismo aparejador de la obra, José Antonio Merayo, quien contestó que la obra no presentaba irregularidad alguna, en su calidad de aparejador municipal.
Por su parte, el arquitecto, Luis Alvarez renunció a su puesto de inspector en julio, para alejar cualquier sospecha de parcialidad en la inspección de la denuncia, presentada el 24 de mayo de 1976. Los denunciantes exponen que tal actitud, en todo caso, debía haberla tomado ya a partir del 2 de marzo de ese año, fecha en que otro vecino presentó en el Area una demanda similar.
La respuesta del Area a la segunda denuncia (de la primera no se obtuvo contestación) fue señalar que no existía infracción agluna, toda vez que las obras se adecuaban a las licencias municipales concedidas. En enero se presentó un recurso ante el Area, por estimar que algunos de los puntos estaban sin contestar claramente, aparte que no se decía si efectivamente existe o no incompatibilidad en las actuaciones del funcionario Luis Alvarez.
Recursos
Las reiteradas demandas al Ayuntamiento de Rascafría, tanto por escrito como verbalmente, tampoco han dado mejor resultado, por lo que los denunciantes recurrieron por último al gobernador civil de Madrid, señor Pérez Rosón. Los puntos presentados hacen mención al hecho de que el constructor puede haber rebasado los límites de su propiedad, que el plano de alineaciones aprobado por la Corporación se redactó en base al informe emitido por el aparejador municipal, que la comisión de obras municipal ha permitido que el retranqueo de las construcciones sea sólo de un metro, mientras que el resto de los propietarios, en caso que se decidan a construir, tendrán que hacerlo tres. Por último, parece que el alcalde, Porfirio Santiago, manifestó que el problema no era de su incumbencia, sino de la comisión de obras, cuando la ley estipula que el alcalde, en razón de su cargo, es el presidente de todas las comisiones y, por tanto, responsable igualmente.El escrito señala que la actitud del alcalde puede provenir del deseo de no ponerse a mal con sus concejales. El señor Santiago solicitó un préstamo a la Jefatura Provincial del Movimiento, destinado a mejoras de las viviendas rurales. Según el escrito, «en la actualidad, posee en hostal restaurante, además de una cafetería, con viviendas recientemente reformadas».
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