Pedrol Ríus pide celeridad en la investigación del atentado de Atocha

El decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Pedrol, pidió ayer al Gobierno que se ponga a la búsqueda de los inductores y autores materiales del atentado al despacho laboralista de la calle de Atocha, el mismo ímpetu que se ha pueito en el esclarecimiento de otros crímenes que también nosotros rechazamos.

Junto a estas palabras, pronunciadas durante la junta general extraordinaria que el Colegio celebró ayer para abordar el orden del día de la reunión que se suspendió el pasado 27, de enero, en señal de duelo por el atentado, el señor Pedrol señaló que los asesinatos fueron un crimen no sóle contra la abogacía, sino contra la libertad, de defensa, y, por tanto, contra todos los ciudadanos.

El señor Pedrol dio cuenta también de una propuesta de la junta de gobierno para que se coloque en los locales del Colegio una lápida con los nombres de los letrados asesinados en aquella ocasión.

Ante esta propuesta, Enrique Tierno sugirió que se inscribieran esos nombres en las lápidas ya existentes, donde están recogidos los nombres de los abogados caídos por Dios y por España, o bien se suprimieran todas las lápidas.

El señor Bellón, según la agencia Logos perteneciente a Fuerza Nueva, se opuso a esta sugerencia, calificando las palabras del señor Tierno como producto del resentimiento político, momento en el que surgieron gritos de Fuera, fuera, en la sala.

Intervinieron después otros colegiados, entre ellos el señor Cossio, quien señaló que los asesinos no son de derechas ni de izquierdas, sino simplemente asesinos, y el señor Ruiz-Giménez, que se sumó a esta actitud y propuso publicar una obra colectiva en la que todos los asociados expongan qué entienden por la misión de la abogacía en defensa de la libertad y la justicia.

Jacobo Echevarría, cuñado de Javier Sauquillo, uno de los abogados asesinados, se lamentó de la falta de expresiones de condolencia por parte del Gobierno, así como de que el tema haya sido declarado materia reservada.

Finalmente, y tras otras intervenciones de abogados de distintas tendencias ideológicas, se decidió instalar una lápida.