Sobre el pasado
Leo en el periódico que usted dirige del día 2, en su página 9, Opinión, la nota que con el título de «Los antiguos funcionarios españoles en Marruecos» publlica con la firma de don Agustín Ibáñez Sevilla.Afirma el señor Sevilla que los funcionarios de Marruecos, después de la independencia de: este pueblo, quedaron abandonados a su suerte, y que sólo los recorríendados de la «élite » del- Régimen no corrieron la misma vicisitud.
Ignoro las motivaciones del señor Sevilla para expresarse así, pero tengo la seguridad de que él no era funcionario ni siquiera obrero de plantilla.
Los españoles -incluso marroquíes nacionalizados- que pertenecían a cuerpos escalafonados o plailtillas con reflejo específico en presupuesto, es decir, con puestos fijos de trabajo; fueron integrados en su totalidad en los cuerpos o plantillas idóneos de España.
En Marruecos había, que yo recuerde, cuerpos de médicos, practicantes, enfermeras, admínistrativos, intérpretes, veterinarios , conductores, carteros, guardas forestales, peones camineros, policía, delineantes, aparejadores, topógrafós, ordenanzas, administrativo municipal, policía municipal, etcétera. Luego existía, amén de otros, el personal obrero de plantilla de Obras Públicas y otros servicios como agrónomo, montes y, derriás. Repito, todo este personal, por distintos acuerdos del Gobierno español, quedó integrado en España sin necesidad de recomendación.
El resto del personal no funcionario o de plantilla fue indemnizado por el Gobierno español según sus años de servicio, y desde luego las Cantidades pagadas lo fueron sin ninguna tardanza y en aquellas fechas no constituían precisamente una limosna, como asegura el señor Sevilla.
Podría ampliar esta nota y decir algo sobre las quejas del señor Sevilla sobre los atropellos morales y materiales sufridos por los españoles en Marruecos, e incluso sobre la actuación de nuestras autoridades consulares; pero considero que desmentida su primera denuncia, estas dos se: caen por su propio peso. Quiero decir que no son ciertas con la rotundidad que él las afirma.
Lo que si me extraña es que un periódico como EL PAIS, que pretende llevar la verdad a sus lectores, publique notas como la que comento, que no opinan nada y sí sólo hacen denuncias muy fáciles de comprobar con una sola llamada telefónica.
Como lector de EL PAIS y español de a. pie, les ruego que no colaboren a propalar malas intenciones. No todo lo hecho por el Régirmen ha sido malo, a lá vista está, aunque ahora esté de.moda desprestigiarlo en todos sentidos.
(A ntiguo funcionario de Marruecos)
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