Según matadores y empresarios, sobran subaIternos
Los planteamientos de empresotrios y matadores, en la última reunión que celebraron en la sede del sindicato del espectáculo para estudiar las reivindicaciones laborales e éstos y los subalternos, y en definitiva el momento económico de la fiesta, han sido desalentadores. No se les ha ocurrido cosa mejor que cargar sobre los subalternos -precisamente la parte más débil del taurinismo- el esfuerzo que, por lo que parece, se requiere en estos momentos para no encarecer los costes del espectáculo
Una fórmula lamentable: mejoras salariales sí, mas no para todos, pues -argumentaban- sobran muchos; establecimiento de edades de jubilación, no tanto para que tengan el merecido descanso los mayores, como para eliminarlos; reducción del número de banderilleros en determinados festejos (preferentemente las novilladas), aunque el orden de la lidia se resienta; supresión del contrato fijo de las cuadrillas con los matadores, a pretexto de que aquéllas tendrán que ganarse el puesto tarde a tarde, y, en consecuencia, ganará la calidad artística del espectáculo.A los reunidos no se les ocurrió, en cambio -y para ser consecuentes con sus principios-, suprimir asimismo las exclusivas de apoderamiento para que también, tarde a tarde, tengan que ganarse un puesto las figuras que tan a gusto se mecen en los brazos del monopolio; ni a los matadores reducir el cupo de los de su oficio en activo; ni limitar a dos el habitual cartel de tres espadas, sin que esos dos mejoren ni en un duro el nuevo salario que piden; ni a los empresarios marcar un tope modesto en sus márgenes de ganancia.
La escalada de la insensatez llegó a colas muy altas en esa reunión. Afortundamente ninguno de los acuerdos podía ser vinculante, porque además de que los subalternos no estaban presentes -y tendrán su opinión sobre la materia- la última palabra se la reservan las asambleas respectivas.
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