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La negociación del pacto social aumenta la inestabilidad económica

Juan Cruz

La negativa de las primeras organizaciones sindicales a aceptar en principio una renovación del «contrato» que incluve una drástica limitación de salarios ha traído consigo las primeras caídas del valor de la libra esterlina, que desde principios de diciembre se mantenía fírme.El pasado año. cuando el Gobierno trataba de conseguir el apoyo sindical para su política de restricción en los aumentos de sueldos, la libra llegó a los niveles más bajos de su historia. El Gobierno tuvo que recortar el gasto público que había prometido en su manifiesto electoral y la Administración tuvo que recurrir a la ayuda exterior para apoyar la esterlina.

Ante la evidencia de que vuelve a pasar lo mismo este año, los líderes sindicales de la facción niás progubernamental han hecho un llamamiento a sus colegas, para que desde ahora respalden la propuesta de la Administración y acepten un año más de sacrificios. En caso contrario los banqueros tomarán cada oposición parcial a la renovación de los acuerdos salariales corno un niotivo más para retirar su confianza de la moneda británica.

Efectos de un libro

El llamamiento sindical coincide, desaforturiadamente para la causa que defiende, con la publicación de un libro en el que se revela que muchas veces las crisis económicas por las que ha pasado Gran Bretaña han sido provocadas por fuerzas interesadas en crear las condiciones para imponer alguna forma de restricción salarial, y de control de las reivindicaciones de los sindicalistas. En abril del pasado año, por ejemplo, la renovación de la segunda fase del contrato social la hicieron los Trade Unions en Medio de tina cwis constante de la esterlina.

El libro Las políticas del poder. escrito por un ex ayudante de la prensa de Harold Wilson incluye un capítulo en el que se explica que en el verano de 1975 los empleados del Estado de más rango del departamento de Hacienda crearon una crisis artificial de la esterlina en el mercado exterior dejando de apoyar por su propia iniciativa a la moneda británica. Con ello intentaron conseguir que el Gobierno tomara medidas «de pánico». para recuperar la confianza de los urandes financieros. A última hora, los consejeros del entonces primer ministro Wilson convencieron a éste de la naturaleza de la maniobra y el Gobierno laborista no tuvo que introducir medidas económicas que hubieran dañado la credibilidad del partido en el poder.

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