Inminente solución del conflicto de Tarabusi

Tras ochenta días de huelga, hoy podría solucionarse el conflicto de la empresa bilbaína Tarabusi, SA que a partir del 16 de noviembre despidió, por etapas, a 954 de los 1.300 trabajadores que componen la plantilla.Entre las posibles explicaciones al cambio de actitud por parte de la empresa, después de mantener una postura intransigente a lo largo del conflicto, la más poderosa parece ser la sentencia de Magistratura declarando improcedente el despido del trabajador Francisco Sánchez, primer despedido de la empresa y detonante de todo el conflicto. Una vez iniciado éste, la actitud intransigente de la empresa de no readmitir a aquel trabajador motivó la huelga del resto de los compañeros. La sentencia pudiera haber desarmado los argumentos de la empresa para mantener su decisión de despido con respecto a Francisco Sánchez y a veintiún compañeros más.

Por otra parte, el pasado día 3 1, conocida la sentencia de Magistratura favorable a Francisco Sánchez, el consejo de trabajadores, que decidió tomar parte activa en la solución del conflicto, visitó al gobernador y le informó de este extremo y se le refirió también hasta qué punto el conflicto de Tarabusi pudiera movilizar a toda la población laboral de la provincia, provocando una grave situación.

Posteriormente, el día 1 de este mes, el gobernador recibía al trabajador Francisco Sánchez y al delegado de Trabajo, quien declaró que la postura, de la empresa era ilógica e intransigente. El delegado señaló también que ningún trabajador debía quedar en la calle, ya que otra cosa seria injusta. El gobernador prometió a sus interlocutores una entrevista con los empresarios para tratar de hallar soluciones.

Estos hechos, se piensa aquí, bien pudieran haber hablandado a la empresa, que reaccionó ya favorablemente el miércoles en el acto de conciliación de 43 trabajadores que habían demandado a Tarabusi, SA, por despido improcedente.

Hoy la empresa recibe a una comisión de trabajadorescon lo que se espera se llegue a un acuerde definitivo, que bien pudiera ser la readmisión total de todos los despedidos, sin excepción, aunque la reintegración se haga de forma escalonada.