El Ayuntamiento no autoriza la construcción de 80.000 viviendas

Que los terrenos liberados por la obra hidráulica de la Corta de La Cartuja sean destinados a zonas de esparcimiento y equipamientos metropolitanos y que se mantenga con agua el cauce afectado por las obras, con la posibilidad de unirle a la dársena mediante entubamiento, o bien eliminando las actuales instalaciones de chapinas, es el acuerdo más importante adoptado en el último pleno municipal celebrado en el Ayuntamiento sevillano el pasado día 26.Con esta decisión plenaria se modifica el acuerdo adoptado por la Corporación municipal el 30 de mayo de 1973, referente al proyecto hidráulico de la Corta de La Cartuja, y según el cual se daba vía libre a la edificación de 80.000 viviendas en los terrenos liberados por las obras de defensa de la ciudad ante las avenidas del río Guadalquivir, decisión que levantó una controversia ciudadana y una campaña de prensa sin precedentes en la ciudad.

La polémica sobre el proyecto la inició un detallado informe elaborado por los arquitectos adscritos al centro de estudios y servicios del colegio oficial y en el cual se recogían todas las contradicciones legales que habían posibilitado que unos terrenos considerados como rústicos e inundables, pudieran ser declarados, tras las obras de infraestructura necesarias, como urbanos y edificables, apreciándose en el mismo informe abundantes indicios especulativos. Tanto la prensa local como la nacional -EL PAIS le dedicó al tema un informe de tres capítulos-, se hicieron eco del informe de los arquitectos, iniciándose así un gran movimiento popular que rechazaba el proyecto de edificabilidad.

La razón central por la cual se rechazaba el proyecto por parte de los arquitectos estaba en el peligro cierto que suponía para el casco antiguo de la ciudad el edificar a escasa distancia 80.000 viviendas, con una población potencial de 300.000 personas y sin las debidas infraestructuras viarias y de equipación. Se estima en Sevilla que la decisión municipal pudiera estar relacionada de alguna manera con las próximas elecciones generales, ante las cuales ninguna autoridad municipal desea actualmente llevar a cabo obras consideradas impopulares.