PoweIl habla de una posible guerra civil en Gran Bretaña
En Gran Bretaña podría producirse una guerra civil entre los nativos de esta nación y los hijos de inmigrantes si éstos siguen ocupando áreas claves de las principales ciudades del país, ha dicho Enoch Powell, representante unionista del Ulster en el Parlamento británico y ex ministro conservador.
Powell sostiene que la presencia de personas de color en zonas en las que los blancos van a ser cada día más minoritarios es el primer elemento que abona un enfrentamiento violento entre comunidades. El político de extrema derecha señala que basta con algunos atentados en el tiempo y lugar adecuados para que estalle lo que no podría ser calificado de otra forma que como guerra civil.Para Powell, la ley de relaciones raciales que va a ponerse en vigor dentro de unos meses intensificará ese peligro porque suprime de hecho la libertad de expresión, de modo que discursos como el que él mismo ha pronunciado sobre el tema no podrían decirse en público. La ley, que originó una gran controversia en el Parlamento y que figura entre las legislaciones más preciadas de la administración laborista, considera la posibilidad de perseguir judicialmente a personas cuya actitud tienda a crear diferencias entre las distintas comunidades que habitan en el Reino Unido.
El discurso de Powell, dicho el viernes por la noche ante un grupo de jóvenes conservadores, ha sido el más violento de los que ha pronunciado el líder unionista desde que en 1968 predijo que en Gran Bretaña correrían ríos de sangre en un futuro no lejano si no se regulaba de manera drástica la entrada de emigrantes. A finales del año pasado esbozó un plan para deportar a los emigrantes ya establecidos en el Reino Unido.
Los discursos de Powell han crecido en virulencia a medida en que han intensificado su propaganda los distintos grupos políticos de carácter racista que hay, sobre todo, en las áreas a las que ahora se ha referido el unionista del Ulster. Con ocasión de la muerte de algunos emigrantes asiáticos, en atentados de carácter racista que se repitieron a finales del pasado verano, hubo algunos representantes de organizaciones de asiáticos que acusaron a Powell de colaborar con los instigadores del odio entre las distintas comunidades. Como aquella vez, ahora ha habido distintas peticiones para que el fiscal general persiga judicialmente a Enoch Powell, quien ha indicado que su discurso no es ofensivo para las comunidades de color. Al contrario, ha afirmado, el que sí era ofensivo para los negros fue el que pronunció en diciembre el arzobispo de Canterbury, que se dirigió a las comunidades blancas para que consideraran el contaco con sus vecinos de color como una posibilidad de enriquecimiento de sus vidas.
Powell fue ministro de Sanidad cuando Gran Bretaña decidió re currir a médicos asiáticos para que cubrieran las necesidades hospitalarias de este país. Asimismo, como representante de la Administra ción, fue responsable de las leyes de emigración que permitieron la entrada en el Reino Unido de grandes contingentes de inmigrantes de color, que ahora suman más de dos millones
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