Unidad y alianza electoral socialista
PEDRO BOFILLCreo que como socialista. y muv especialmente por el cargo que ocupo en una de las formaciones que componen el movimiento socialista español, no tengo más remedio que felicitarme -y hacer extensiva esta felicitación a todos los socialistas que tienen la convicción de la urgente necesidad de que nuestro movimiento se aglutine alrededor de una única estructura política-, por la reciente tribuna abierta publicada en EL PAIS bajo el lema: «Unidad. una exigencia de todos los socialistas», firmado por un grupo de compañeros pertenecientes a las distintas organizaciones de dicha tendencia.El tema de la unidad es, sin duda alguna, el de mayor importancia que tenemos planteado desde hace tiempo y sobre el cual las organizaciones políticas de ideología socialista no han dejado de manifestarse de una u otra manera, ya sea analizando el problema, o bien sugiriendo posibles fórmulas para remediar su fragmentación. Aho ra bien, el término «unidad», a base de continuas reiteraciones, ha acabado por desvirtuar el contenido que encierra, o lo que es lo mismo, se ha convertido en un tópico que viene a encubrir la postura, a veces demagógica. que cara a la opinión pública han venido adoptando,de forma más o menos consciente, ciertos dirigentes políticos, utilizándola a modo de banderín de enganche. Sin embargo, el artículo de estos compañeros tiene mucho de renovador. su contenido rompe, en cierto modo, el estancamiento en que se encontraba el tema de la unídad. Son ciertos miembros de base de las organizaciones, sin otros intereses que los M socialismo -superando los socialismos de partido- los que razonan sobre esta problemática. Yo diría, al menos así lo creo, que la buena fe y el convencimiento son tan manifiestos que algunas de sus consideraciones son rebasadas por las posibilidades que los propios hechos ofrecen. Es decir, la solución que plantean, o mejor dicho. la metodología que proponen, está determinada, desde mi punto de vista, por una excesiva carta utópica que dificulta, en cierta medida, el objetivo perseguido, y esto último no lo digo a modo de crítica, muy al contrario, quiero con ello poner de manifiesto que la esencia de lo expresado por mis compañeros no responde a intereses tácticos, derivados M compromiso de militancia. .
Secretario de información del Partido Socialista Popular
Sala NonellPaseo del Pintor Rosales, 18
Es menester, sin embargo. tener en cuenta lo que he dicho anteriormente: las posibilidades reales que ofrecen los hechos y, en función de éstos, considerar que. en las actuales circunstancias no le cabe al socialismo español otra salida que entenderse y acabar con su actual división. Sin ser maximalista, opino que los partidos socialistas estamos abocados a iniciar un proceso de unificación. En caso contrario, podemos decir ya, sin temor a ser fatalistas, que el socialismo se situará en una vía muerta, incurriendo en el error histórico de no ocupar el papel que le corresponde en el proceso político español: estabilizar la democracia que tantos años de sacrificios está costando al pueblo español y que éste está a punto de lograr. Sólo a través de esta estabilización, los socialistas podremos alcanzar los objetivos que nos son propios, a saber la consecución de un cambio social y económico más justo dentro de un marco político auténticamente democrático.
En definitiva, en las actuales circunstancias, para que el socialismo sea el elemento cristalizador de un futuro Estado democrático, necesitará de una estructura política consistente, resultado de la unificación de¡ mismo. Para que esto sea así. tenemos que discutir los aspectos que hoy nos separan y clarificar previamente cuáles son nuestras diferencias. Tendremos que estudiar conjuntamente lo relativo a la estructura interna de cada organizaci -aspecto político de suma importancia nuestra, política internacional, los compromisos contraidos, etcétera, y esto, a mi juicio, no se le puede poner plazo fijo, como si se tratara de un mero acuerdo comercial. Una unidad precipitada en que los ternas conflictivos no estuvieran resueltos y en la que no se hubieran reunido las condiciones sicológicas que superaran las posturas dogmáticas o sectarias, podría ser negativa, e incluso enCerraría el riesgo de producir. cuando nos tuviéramos que enfrentar a temas o circunstancias difíciles.. una mayor atomización en el movimiento socialista con la subsiguienté frustración de aquellos que pensamos y sentimos de esta manera. Los riesgos y las consecuencias de una unidad precipitada no se nos-ocultan ni conviene' olvidarlos. Sin embargo, hoy se nos presenta una oportunidad en la quesi sabemos anteponer los intereses generales del socialismo a los particulares de partido, podríamos entrar en un proceso irreversible hacia la unidad. Esta oportunidad nos la brindan las próximas elecciones y el medio es el de crear una plataforma electoral conjunta de las fuerzas que hoy componen el espectro socialista español, FPS, PSOE y PSP.
A través de una plataforma electoral, no tendríamos otro remedio que enfrentarnos, a la hora de concretar un prograrna electoraL con algunos -si no con la mayoría - de los ternas citados anteri
orniente. Par otra parte, la campaña electoral, así como las tácticas seguidas en unas Cárnaras dernocráticas,nos uniría en la «praxis» política cotidiana. Pero existen otros motivos que en estosmomentos adquieren especial dimensión y que hacen aconsejable que los socialistas abordemos juntos los próximos comicios legislativos. El más importante es que las ftkturas Cámaras van a tener, de hecho, un carácter constituyente, y toda la izquierda, en especial la socialista, no puede reducir nuestra presencia al papel de una mera comparsa de las derechas y si se me apura, a una mera justificación de una con-stítución redactada de acuerdo con unos intereses que pueden. si no obramos con sentido práctico y patriótico. coincidir con los de un neofranquismo.. Tenemos la obligación de ofrecer al electorado una opción clara y única, evitando la confusión que representa la concurrencia de varias organizaciones socialistas. No valen en estos momentos falsos argumentos partidistas, como el de medir nuestras fuerzas". ni esgrimir que a mayor número de opciones dentro de una misma familia ideológica corresponde una mayor opción democrática. Estos argumentos posiblemente favorecen los intereses de partidos, pero no los del socialismo. Tampoco podemos aceptar posturas evasivas del problema emplazando la unidad a fecha fija. Si ésta se consigue antes de las elecciones a través de una platafornia. tanto mejor, pero no nos debe preocupar tanto la fecha en que se logre, sino el inicio de los procesos de convergencia. El socialismo tiene contraido un compromiso con el pueblo español y ante la historia, que le exige adoptar una postura concreta y rea¡ frenie a los próximos acontecimientos. Pienso que tal concrección. en el momento Político actual, exige una alianza electoral socialista.
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