Juicio contra familiares de uno de los presos fugados de Segovia

Hoy se celebrará en el juzgado número cinco de Barcelona un juicio de faltas «por supuestas coacciones al párroco de Nuestra Señora de la Merced», contra Juan Pons Rovira, su esposa María Elena Llovet, y Roberto Pons Rovira, sacerdote y hermano del primero. Los tres son, respectivamente, padres y tío de José Luis Pons Llovet, militante del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) y uno de los presos fugados de la cárcel de Segovia el pasado mes de marzo.El juicio se celebra debido a la denuncia que Jaume Castells, titular de la parroquia de Nuestra Señora de la Merced, interpusiera contra los familiares del mencionado preso político cuando el pasado 1 de mayo, decidieron celebrar un ayuno de veinticuatro horas en el templo de la mencionada parroquia.

El ayuno tenía como finalidad llevar a cabo una vieja tradición mercenaria y solicitar que ellos ocuparan las celdas de castigo donde estaban encerrados los fugados de la cárcel de Segovía, que habían sido ya detenidos de nuevo por las fuerzas del orden.

Aquel día lejos de acceder a los deseos de los familiares de Póns Llovet, el sacerdote Jaume Castells llamó a la policía, la cual no consideró la actitud de los familiares como grave, interponiendo entonces el mencionado párroco la denuncia por supuesta coacción.

El juicio, que debía celebrarse el pasado día 14 de octubre, fue aplazado al faltar la debida autorización eclesiástica para proceder contra el,sacerdote Robert Pons Rovira, mientras que en la actualidad el obispo de Barcelona, cardenal Jubany, se ha inhibido- del mismo aduciendo que las nuevas disposiciones concordatarias no exigen su autorización para el enjuiciamiento.

La vista del juicio de faltas ha despertado expectación en medios jurídicos, ya que en el fondo se trata de decidir si la ocupación de lugares, religiosos es delito o no, y todo ello ante la inexistencia de una ley específica que tipificase claramente estos actos como delito.