"El Gobierno se ha puesto fuera de la ley"
«La perjurocracia es un original sistema político, que ha nacido en España y que conducirá a la legalización de los partidos políticos, que son el opio del pueblo.» Estas y otras afirmaciones similares fueron hechas ayer, en la página de opinión del diario The New York Times, por Mariano Sánchez-Covisa, al que se atribuye la jefatura del grupo ultraderechista Guerrilleros de Cristo Rey.El artículo del señor Sánchez-Covisa, que fue traducido del castellano al inglés por la oficina en Madrid del periódico norteamericano, se titula: Traición en España, y en él se denuncia una conspiración internacional para establecer un sistema democrático en nuestro país, tras la muerte de Franco.
El articulista comienza haciendo una larga apología del régimen franquista en la que, entre otras cosas, dice: «La prohibición de los partidos políticos no significa que el régimen fuera una dictadura: el pueblo participaba en la política a través de los estratos naturales de la familia, el municipio y los sindicatos, y elegía a sus representantes en las Cortes, que aprobaban las leyes de la nación.» Tras resaltar los bienes espirituales y materiales que el régimen franquista supuso para España, el señor Sánchez-Covisa se refiere a la existencia de una conspiración internacional tendente a convertir España en una democracia liberal. Conspiración esta en la que están implicados políticos profesionales, que «se vendieron a sí mismos, no por un plato de lentejas, sino por un plato de langosta», y que trabajan para organizaciones secretas internacionales, que pretenden establecer total libertad política en España y, más tarde, una república democrática.
Este maquiavélico (sic) plan está financiado por miles de millones que llegan del extranjero y van destinados, en buena parte, a la prensa, que está intentando «lavar el cerebro de los españoles para que crean en la necesidad de reformar el régimen».
El señor Sánchez-Covisa asegura, también las páginas de un periódico capitalista y occidental como el Times, que tal reforma no se está llevando a cabo, sino que se trata de un auténtico «golpe de Estado» por parte de aquellos que están en el poder, y de una traición por aquellos que gobiernan y que juraron ante la Biblia defender y guardar estricta lealtad a la constitución del Reino, basada en los Principios del Movimiento y en las Leyes Fundamentales.
Para el articulista, esto es la perjurocracia, y los que gobiernan se han puesto ellos mismos fuera de la ley.
«Juan Carlos, el motor del cambio -continúa Sánchez-Covisa-, que debe su trono a Francisco Franco, favorece la reforma, siguiendo instrucciones de su padre, el conde de Barcelona, y con el apoyo de la Conferencia Episcopal, compuesta fundamentalmente por obispos hostiles al espíritu del 18 de julio y obedientes a las órdenes del Vaticano.»
Tras afirmar que el pueblo, ingenuamente, legalizó la traición en el referéndum del 15 de diciembre, Covisa se muestra, pese a todo, optimista, «porque tengo fe en el destino de la patria: el pueblo es serio y nuestra juventud permanece sana».
«Además -concluye Sánchez-Covisa-, confío en las Fuerzas Armadas, cuya obligación es defender el orden constitucional... Si el pueblo español y el Ejército reaccionan como se espera, España se salvará y se hará un gran servicio a la paz mundial, eliminado un peligroso proceso de inseguridad en la península ibérica.»
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